Bugatti y Juan Pablo Montoya llevan al Chiron a un nuevo récord de velocidad

Wolfgang Dürheimer y Juan Pablo Montoya muestran el galardón que certifica el nuevo récord del Chiron

Es el nuevo récord de velocidad punta de un modelo de producción: 41,96 segundos acelerando desde parado, alcanzar los 400 km/h de velocidad punta y parar por completo. Ese es el tiempo que un Bugatti Chiron conducido por Juan Pablo Montoya ha necesitado para superar al antiguo Veyron y poner el listón tan alto para sus rivales.

Y para que no haya dudas, Bugatti ha recurrido a los expertos de SGS-TÜV Saar, líder mundial en inspección, verificación, certificación y pruebas, para que refrenden y certifiquen la prueba con absoluta validez. Pero este récord no es el definitivo. En 2018 superará la velocidad máxima de 431,072 km/h establecida por el Bugatti Veyron 16.4 Super Sport en 2010 y al que Juan Pablo Montoya también espera ser invitado.

Para la prueba, Bugatti invitó a una referencia de la velocidad, el piloto Juan Pablo Montoya para una prueba más especial que simplemente batir un récord de velocidad de un modelo con una producción limitada a 500 unidades y de las que ya se han vendido 300.

La tecla mágica catapulta al Bugatti Chiron hasta 400 km/h

Con sus 8.0 litros de cilindrada, cuatro turbos y su motor de 16 cilindros en W, capaces de generar una potencia máxima de 1.500 CV, basta con pulsar la tecla de "Velocidad Máxima" para que se active un modo en el que pisando el acelerador a fondo, y el del freno también, se selecciona automáticamente la función de "Launch Control". Sólo queda esperar que den la salida para soltar los pedales y que el Chiron salga lanzado como el misil más terrorífico.

Los ajustes especiales en la tracción integral y el control de estabilidad hacen que el deportivo mantenga perfectamente la trayectoria, mostrando una curva de potencia lineal, con dos turbos que se activan a 2.800 rpm y los otros dos a 1.000 rpm más.

Sólo 32,6 segundos y sólo 2.621 metros después, el Chiron alcanza la marca de 400 km/h. Toca pisar el freno y, al mismo tiempo, el impresionante spoiler trasero se activa en ángulo de 49º formando un freno de aire que aumenta la fuerza aerodinámica sobre el eje trasero en 900 kg y desacelera el Chiron casi inmediatamente, aunque tiene que ser ayudado por los discos carbonocerámicos que tardan otros 9,3 segundos y 491 metros para detenerlo por completo.

El spoiler se abre en ángulo de 491 actuando como freno de aire y cargando aerodinámicamente al eje trasero.

A 400 km/h, lo que es normal pasa a ser completamente anormal: frenar hasta parar por completo un Chiron, la fuerza en el vehículo y el conductor es de aproximadamente 2 g, similar a la del lanzamiento de un transbordador espacial. Los neumáticos de alto rendimiento Michelin desarrollan una fuerza centrífuga de un gramo de caucho en 3.600 gramos, o la válvula que sólo pesa 18,3 gramos aumenta su fuerza hasta 45 kilogramos.

Las palabras de Juan Pablo Montoya no dejan lugar a dudas: "Cuando conduces el Chiron, por primera vez, no puedes imaginar lo potente que es, pero tan pronto como se pisa el acelerador y se escuchan los turbocompresores, te das cuenta de lo tan increíblemente rápido que es y te quita el aliento. Y su frenado es impresionante. Por supuesto, el Chiron es un superdeportivo que requiere toda tu atención cuando estás al volante, pero al mismo tiempo te da una sensación de seguridad y fiabilidad que estaba completamente relajado y disfruté mucho con el coche".

Y, Wolfgang Dürheimer, presidente de Bugatti Automobiles S.A.S., también habla sobre su nueva estrella: "Bugatti es la primera marca de automóviles que no sólo calcula el tiempo que un coche necesita para pasar de cero a 400 y a cero en un ordenador. Nosotros realmente lo hacemos. Cuando otros están satisfechos con la teoría, nosotros validamos nuestros datos en la realidad".