BYD no le teme a las marcas de lujo europeas, y el nuevo Dynasty-D es la prueba de ello
BYD ha aprovechado su presencia en el Salón del Automóvil de Shanghái para presentar varias novedades. Una de las más importantes ha sido el prototipo Dynasty-D, que adelanta la llegada de un nuevo SUV eléctrico de lujo a la gama.

El grupo BYD está siendo uno de los grandes protagonistas del Salón del Automóvil de Shanghái. El gigante chino juega en casa y ha presentado novedades de gran interés como el concept car Ocean-S o el deportivo Denza Z. Otra de las primicias ha sido el prototipo Dynasty-D, que se situará en la cúspide de su gama.
Actualmente, la cartera de BYD está formada por cuatro marcas: Denza, Fang Cheng Bao, Yangwang y la propia BYD. La oferta de esta última se divide a su vez en dos subgamas: la familia Ocean, enfocada al público más joven, y la familia Dynasty, que busca atraer a una clientela más madura.

La gama de BYD se divide en dos familias: Ocean y Dynasty
Dentro de la familia Dynasty encontramos modelos como el Han, el Tang o el Yuan Plus (conocido en nuestro mercado como Atto 3). Todos ellos se diferencian del resto de propuestas de BYD mediante un lenguaje de diseño específico denominado Loong Face (antes conocido como Dragon Face), más elegante y conservador que el Ocean Aesthetics que podemos encontrar en los Dolphin y Seal, principales estandartes de la familia Ocean.
Tras la reciente puesta de largo de los Han L y Tang L, que han asombrado al mundo entero gracias a sus 1.101 CV (810 kW) de potencia y a su sistema de carga de 1.000 kW, que les permite recuperar 400 km CLTC de autonomía en apenas 5 minutos, BYD ha dado una vuelta de tuerca a esta subgama con la presentación del show car que hoy nos ocupa, el cual probablemente llegue a producción a lo largo del año que viene.
Por el momento no se conocen demasiados detalles del Dynasty-D, pero las primeras informaciones apuntan a que militará en el segmento D (SUV medianos), una categoría en la que BYD ya está presente con los Seal U y Sealion 7.

El Dynasty-D se convertirá en uno de los modelos más lujosos de BYD
Desde un punto de vista estético, el Dynasty-D muestra una evolución del lenguaje de diseño Loong Face, si bien mantiene su característica calandra, que ahora se ha convertido en una única pieza transparente que engloba también los grupos ópticos. Por lo demás, el frente se muestra muy limpio, con una toma de aire principal en la zona baja del paragolpes complementada por sendas air curtains laterales.
Elementos como las puertas traseras con apertura a contramarcha o la ausencia de pilar B seguramente no lleguen a producción, al contrario que los pilotos en forma de 'nudo chino'. No está claro si pasará lo mismo con los retrovisores digitales. Su habitáculo da cabida a cuatro asientos completamente individuales. La sensación de lujo se ve reforzada por la llamativa tapicería roja.
