Qué son los caballos fiscales y cómo calcular la potencia fiscal
Los caballos fiscales sirven para la aplicación del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica y calcular la potencia fiscal es posible conociendo el número de cilindros y la cilindrada de un coche. Pero no, no tienen nada que ver con la potencia medida en kW o CV, unidades físicas.
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Publicado: 06/05/2020 21:00
Como ya sabrás, la potencia de un vehículo se puede medir en kW o CV, así como en HP, pero los cabellos fiscales, o la potencia fiscal no es realmente una unidad física de medida de la potencia, sino un valor utilizado para el cálculo del pago del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica tanto en España como en otros países.
Este valor, los caballos fiscales, podemos consultarlo en la Tarjeta de la ITV de nuestro vehículo. Se indica en el apartado de potencia fiscal o CVF, pero ¿qué es exactamente? Tiene que ver con la cilindrada del motor del vehículo, salvo en los coches eléctricos y en los modelos con motor rotativo, en los cuales se obtiene a partir de la potencia efectiva.
Qué son los caballos fiscales y cuál es su relación con la potencia en kW o CV
Como verás a continuación, la relación entre la potencia del vehículo y la potencia fiscal, o los caballos fiscales, es ninguna. Si bien es cierto que se usan datos técnicos para su cálculo, no hay equivalencia ni relación directa; es decir, que la potencia fiscal no nos habla de una especificación técnica como tal, sino de un valor para la aplicación de un tipo impositivo.
Calcular la potencia o caballos fiscales
En el caso de vehículos con motor de combustión interna alternativo, los diésel y gasolina -a excepción de los rotativos, claro-, se puede calcular los caballos fiscales mutiplicando por 0,08, y por el número de cilindros, el resultado de dividir la cilindrada entre el número de cilindros y exponerlo a 0,6. Es decir, esta es la forma de calcular los caballos fiscales:
La anterior no es la única forma de hacer el cálculo para conocer los caballos fiscales o la potencia fiscal de un vehículo, y concretamente de vehículos con motor de combustión interna alternativo. No obstante, es la más sencilla y rápida porque se basa en la cilindrada y número de cilindros, que son datos fáciles de conseguir de cualquier modelo y variante.
Además de este método, conseguiríamos el mismo resultado conociendo el díametro de los cilindros, la carrera del pistón y el número de cilindros. Pero en este caso, que es una fórmula matemática distinta, igualmente tendríamos que conocer el número de cilindros. Y en realidad, lo único que estaríamos haciendo es hallar la cilindrada por el camino. Más complicado, evidentemente, por la disponibilidad de estos datos.
¿Y en coches eléctricos, o en modelos con motor rotativo?
La cosa cambia: en los coches eléctricos hay que conocer la potencia efectiva y dividir este valor entre 5,152. La potencia efectiva tampoco es un dato fácilmente accesible; no aparece en la ficha técnica del modelo y tampoco es un dato que ofrezcan los fabricantes, sino que podemos encontrar el valor en la ficha de homologación de cada modelo. Y es el sumatorio de la potencia máxima de todos los motores eléctricos mantenida a lo largo de 30 minutos.
En el caso de un modelo con motor rotativo se hace exactamente el mismo cálculo que en los coches eléctricos, aunque como sabrás las ventajas fiscales no son las mismas, ni parecidas. Para saber o calcular la potencia fiscal de un coche con motor rotativo hace falta la potencia efectiva del mismo, y este valor se tiene que dividir entre 5.152.