El nuevo Cadillac Escalade eléctrico ofrece tanta potencia como el V de gasolina pero 20.000 euros más barato, ¿una estrategia inteligente?

Siempre ha sido una verdadera bestia y uno de los modelos más deseados en el continente europeo. El Cadillac Escalade es uno de los SUV más bestiales en todos los sentidos, desde sus enormes proporciones y medidas, hasta su espacio interior y rendimiento, cualidades que le han convertido en un verdadero mito en todo el mundo. Ahora, el majestuoso modelo americano también ha dado el salto al mercado de los coches eléctricos.

Pero, lejos de cargarse una denominación comercial con tanta historia por detrás, Cadillac ha añadido un apellido con las letras iQ, la terminación de los nombres de sus nuevos modelos de cero emisiones como el Lyriq, Celestiq o el más reciente Optiq. El más lujoso de los SUV eléctricos de Cadillac fue presentado el pasado verano, un espectáculo en diseño y en tecnología con un apabullante interior que cuenta con una de las pantallas digitales más grandes del mundo con nada menos que 55 pulgadas.

Cadillac Escalade iQ

La distinción por el diseño exterior, el lujoso y tecnológico habitáculo y las elevadas prestaciones que ofrece este modelo están fuera de toda duda. Su par de motores eléctricos de nueva generación permanecen continuamente excitados para ofrecer el máximo rendimiento. Con tracción total permanente, la potencia máxima del sistema son 505 kW, por lo que hablamos de nada menos que 687 CV, una cifra a la altura del mismísimo Escalade-V, la versión más deportiva de conducción.

Pero si te parece poco, basta con seleccionar el modo «Velocity Max» y los dos motores eléctricos despliegan todo el potencial que llevan dentro: 560 kW o, lo que es lo mismo, 761 CV. Un sistema que cuenta con una batería a la altura de las circunstancias, con más de 200 kWh netos y utilizables para una autonomía que supera los 720 kilómetros con una carga. La más grande del mundo entre los eléctricos de producción en serie y, por supuesto, una de las más pesadas, porque el Cadillac Escalade iQ pesa como un coche blindado, 3,6 toneladas.

Tan magnos detalles y especificaciones técnicas tienen, por supuesto, un precio a la altura. Aún no se ha comunicado el precio oficial, pero en Estados Unidos no bajará de los 120.000 euros. ¿Demasiado elevado? Por sus características no lo es, pero en todo caso la marca americana sabe que no tendrá un gran volumen de ventas, y un motivo más que sobrado para no matar al exitoso Escalade de gasolina, mediando una diferencia entre ambos de casi 50.000 euros. Eso sí, el Escalade-V es todavía más caro que el eléctrico, les separan casi 20.000 euros.