El diésel ya no es hegemónico en Europa: la gasolina se hace con el trono
Las ventas de coches diésel en Europa pierden su hegemonía frente a la gasolina. Sus matriculaciones han caído un 15% en el mes de abril de 2017 frente a las registradas en el mismo periodo del pasado año. Por primera vez en más de una década, los coches nuevos matriculados en Europa en el mes de abril no fueron en su mayoría de propulsión diésel.
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Publicado: 19/06/2017 11:00
Aunque no debería de ser una sorpresa, es innegable que el hecho de que el diésel esté experimentando una imparable caída de su demanda en Europa es un síntoma de que algo está cambiando entre los conductores del viejo continente. Son muchos los factores que están propiciando el cambio de tendencia del mercado. En este artículo vamos a hablar de un cambio de monarca en el trono del principal carburante en el sector de la automoción europeo.
Por primera vez en más de una década los coches nuevos matriculados en Europa en el mes de abril no han sido en su mayoría de propulsión diésel. Así es, el diésel ya no es hegemónico en Europa. Con respecto al mismo periodo del pasado año sus ventas han caído un 15%. El descenso es brutal. Además de perder su hegemonía, este descenso supone que, por primera vez, su cuota de mercado se sitúe por debajo del 50% (según los datos facilitados por Jato Dynamics). En concreto, se posiciona en un 46%, siendo superado por la gasolina, que acapara el 51,3% de la cuota de mercado.
España no es ajena a este cambio de tendencia. De hecho, el abandono del diésel es todavía mayor ya que ha perdido casi 20% de cuota de mercado en apenas cinco años. En el año 2010 el diésel marcó su máximo histórico en el mercado español, con el 70% de las matriculaciones. Como contraste, en abril de 2017 las ventas de coches nuevos diésel se quedaron en el 49,9%. Aunque el deterioro ha sido progresivo, ha habido varias cuestiones que han acelerado esta situación.
Un detonante ha sido el «diéselgate» (Escándalo Volkswagen). Sin embargo, el miedo a futuras restricciones de los vehículos propulsados por diésel en las grandes ciudades durante periodos de alta contaminación, es uno de los principales factores determinantes para optar por otras opciones a la hora de comprar un coche. Mala reputación y posibilidad de disponer de un vehículo con pocos años de edad que no podemos utilizar en nuestra ciudad de residencia. Una combinación muy mala.
Otro ejemplo de discriminación hacia el vehículo diésel ha venido de la mano de la ciudad de Londres. En ella se puso en marcha tasas que pagan los vehículos, turismos o comerciales, para acceder a su centro urbano y que se incrementa en el caso de si el automóvil en cuestión es muy antiguo y diésel. Otras grandes urbes como París, Shanghái, Pekín o incluso Madrid ya estudian directamente prohibir la entrada en la almendra central de las ciudades a los coches diésel más viejos y contaminantes.
Es innegable que la apuesta de Europa por el diésel ha sido muy importante en las últimas décadas. La diferencia de precio con respecto a la gasolina fue una de las principales causas de que el vehículo diésel llegase a representar el 70% del parque europeo. Los tiempos cambian y desde la propia industria, según el Informe Global sobre Automoción 2017, de KPMG, más de la mitad de los directivos del sector automovilístico consideran que el diésel será la primera tecnología de propulsión en desaparecer de las fábricas. Sin embargo, la mayoría aboga por una salida progresiva y ordenada.
Fuente: Cinco Días