En marzo y abril se han dejado de vender cerca de 200.000 coches nuevos

Las ventas de coches en España se desplomaron casi por completo durante el pasado mes de abril de 2020. Lo cierto es que de no haber sido por el canal de alquiladoras las matriculaciones de coches nuevos habrían sido prácticamente inexistentes. Un nuevo informe en el que se recogen estimaciones de BBVA Research permite ir un paso más allá y estimar cuántas ventas se han perdido entre los meses de marzo y abril.

Debemos tener en cuenta que el estado de alarma se activó casi a mediados del mes de marzo, por lo que en el tercer mes de 2020 las ventas de coches se vieron afectadas, pero no tanto como en abril. Según este nuevo estudio, la crisis generada por la pandemia del coronavirus COVID-19 ha motivado la pérdida de 188.000 matriculaciones de turismos y todoterrenos nuevos.

Este informe señala que, en ausencia de la pandemia, se habrían matriculado alrededor de 230.000 turismos en marzo y en abril en el mercado español. Podemos tomar como referencia el pasado ejercicio. En 2019 se comercializaron un total de 250.817 coches nuevos entre los meses de marzo y de abril.

Todas las regiones de España se han visto afectadas por la reducción de la demanda. Entre todas ellas destacan las comunidades autónomas de Murcia y de Valencia, donde las ventas de automóviles cayeron hasta el mes de abril por encima del 54%. Lógicamente, las cifras de ventas cosechadas en marzo y en abril han lastrado los datos del periodo acumulado de lo que llevamos de año.

Por otro lado, y con respecto a las previsiones para este ejercicio, se espera que las ventas de coches nuevos caigan cerca de un 40% en 2020 hasta situarse en las 765.000 unidades. Sin embargo, también se prevé una recuperación del sector de cara a 2021, cuando las matriculaciones vuelvan a superar la barrera del millón de vehículos, aunque aún estarán por debajo de las cifras registradas en 2019.

Las medidas tomadas por las autoridades para evitar la propagación del virus, sumado a la incertidumbre generada por la caída de la actividad económica y la reducción de la riqueza de las familias anticipan una importante contracción de la demanda de automóviles a corto plazo.

Fuente: Ancove