Carlos Ghosn va a seguir en prisión preventiva dos meses después de su arresto
Por segunda vez los jueces japoneses han denegado la libertad provisional a Carlos Ghosn, ex CEO de Nissan y Mitsubishi, y todavía CEO de Renault. El jueves los franceses deciden en consejo de administración si es reemplazado por otro ejecutivo.
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Publicado: 22/01/2019 21:30
El ejecutivo brasileño -de origen libanés- permanece en la misma situación en la que lleva desde el 19 de noviembre: en prisión preventiva. Los abogados de Carlos Ghosn solicitaron el viernes por segunda vez su libertad condicional, aceptando cualquier medida cautelar que se le quisiera imponer.
No ha tenido suerte. Por segunda vez se ha denegado su petición. La primera vez fue justificada por riesgo de fuga y de destrucción de pruebas. La segunda negativa complica que Ghosn pueda quedar en libertad antes de que comience el juicio contra él. Para eso pueden transcurrir tranquilamente seis meses.
De momento la fiscalía no ha presentado nuevos cargos contra él. Acumula dos cargos por fraude fiscal (cubren diferentes periodos) y otro por violar la confianza de la empresa por haber usado presuntamente fondos para cubrir pérdidas personales en operaciones bursátiles relacionadas con Lehman Brothers en 2008.
En la audiencia pública que tuvo lugar hace dos semanas el ejecutivo se vio bastante desmejorado y se declaró inocente de todos los cargos. No contamos con fotografías de la audiencia, pero los dibujos tomados a mano in situ muestran a un Ghosn más delgado de lo normal.
Según Carole Ghosn, esposa de Carlos, su marido está débil y empeora su salud al no tener acceso a un medicamento francés: padece problemas cardiovasculares (quién no los tendría con esas responsabilidades). El embajador francés en Japón también le vio en ese estado.
Carlos Ghosn está ansioso por demostrar su inocencia y defender su honorabilidad ante el tribunal. La causa es bastante compleja por la cantidad de documentación a analizar y en distintos idiomas, por lo que todo debe ser traducido al japonés. Además, Ghosn necesita intérprete, ya que no conoce el idioma nipón.
Pasado mañana se reúne el consejo de administración de Renault. El asunto principal será la sustitución de Ghosn, que aún es el presidente y director general de la compañía. Temporalmente sus funciones vienen siendo desempeñadas por Thierry Bolloré como director general.
El Gobierno de Francia, principal accionista de Renault (15% de las acciones) quiere una situación estable en tanto no se despeja el futuro judicial de Carlos Ghosn. Según el diario japonés Nikkei, el Elíseo quiere que Renault y Nissan consumen su fusión, pero la información ha sido negada por el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire.
Fuentes del sector automovilístico en Francia apuntan como sustituto a Jean-Dominique Senard, consejero delegado de Michelin. Este ejecutivo tiene la edad límite (65 años) para ser presidente de Renault de acuerdo a los estatutos de la empresa, pero para director general tiene vía libre, el tope es 72 años.
A falta de juicio, Carlos Ghosn sigue siendo un presunto delincuente. En Nissan y Mitsubishi no han esperado a que se aclare su situación, básicamente porque forman parte de la acusación contra él. Desde Francia, la postura es más benevolente, y Ghosn puede mantener sus cargos cuando termine todo, si es que es declarado inocente.
El sistema japonés es muy poco flexible con los presuntos delincuentes
La alianza Renault Nissan Mitsubishi es una de las principales empresas automovilísticas del mundo. Carlos Ghosn lleva en Renault desde los años 90, y fue el arquitecto de la fructífera unión de fabricantes y el salvador de Nissan de la quiebra hace 20 años. Era, además, uno de los ejecutivos mejor pagados del sector.
Actualmente Renault posee el 43,4% de las acciones de Nissan, con lo que los franceses tienen voz y voto en la empresa japonesa. Por otro lado, Nissan tiene el 15% de Renault, pero sin derecho a voto. Además, Nissan tiene más de la tercera parte de Mitsubishi. Desde Nissan no ven claro lo de una fusión si no tienen más peso en la toma de decisiones.