Carlos Tavares pide a Europa aumentar los aranceles a los coches eléctricos de China
El Salón del Automóvil de París 2022 se ha convertido en un verdadero escaparate para las marcas chinas, que han presentado sus grandes novedades. Coches eléctricos que llegarán a Europa en los próximos años, un escenario que carlos Tavares considera peligroso. El portugués al frente de Stellantis pide a Europa más impuestos para los fabricantes chinos.
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Publicado: 19/10/2022 19:00
Lo sabíamos, y así te lo veníamos contando desde hace unos meses. Tras cuatro años de parón obligado, el Salón del Automóvil de París 2022 regresaba con una gran fuerza, especialmente desde Asia, pues la mayor parte de los grandes fabricantes europeos decidieron no acudir. La feria francesa se ha convertido en el perfecto escaparate de las marcas chinas, que ya han confirmado su introducción en Europa con coches eléctricos.
Una oleada que irá llegando en los próximos años pero que es una realidad, pues los asiáticos de BYD, NIO, Xpeng, Aiways o Great Wall, entre muchos otros, ya están lanzando sus modelos de cero emisiones en los principales países europeos. Una situación a la que Carlos Tavares ha reaccionado en el Salón de París. El máximo dirigente de Stellantis pide a la Unión Europea una igualdad de condiciones para las marcas chinas que deseen vender sus productos en el Viejo Continente, solicitando mayores aranceles para los asiáticos.
La respuesta de China, una importante consecuencia para Europa
Tavares, sin pelos en la lengua, ha señalado en unas declaraciones que es «Muy simple, deberíamos pedirle a la Unión Europea que imponga las mismas condiciones en Europa para los fabricantes chinos bajo las cuales nosotros, los fabricantes occidentales, competimos en China». Una demanda que ya ha planteado al primer ministro francés, pero que necesita de un frente más amplio para ejercer presión en la Unión Europea.
Las marcas chinas representan el 5 por ciento del mercado de coches eléctricos de Europa, pero no solo llegan con unos menores impuestos que pagar, sino con una importante reducción de costes bajo el brazo, metiendo también a Polestar en el mismo saco. La realidad es que los fabricantes europeos que venden en China tienen que pagar unos aranceles de entre el 15 y el 25 por ciento en las importaciones de Europa a China, mientras que los asiáticos solo pagan un 10 por ciento. Una situación complicada que pone en desventaja la gran inversión de las marcas europeas en los coches de cero emisiones.
La igualdad de condiciones que pide Tavares también tiene otro punto de vista mucho más complicado de solucionar: la respuesta de China. Un incremento en los aranceles de importación no sería bien recibida por el gigante asiático, incluso se podría tomar como una provocación. El portugués, experto analista del mercado mundial, ha añadido un detalle muy destacado, y es que «El mercado europeo está completamente abierto a los chinos y no sabemos si su estrategia es ganar cuota de mercado con pérdidas y aumentar su precio más tarde», lo que no hay que descartar.