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Tavares fija un plazo muy ajustado para las marcas menos rentables del Grupo Stellantis, pero él ya no estará para verlo

El conglomerado europeo formado por 15 marcas internacionales tiene ante sí difíciles decisiones. Su actual jefe de operaciones da un plazo muy ajustado para que todas las marcas aporten rentabilidad al grupo o de lo contrario tomarán medidas.

Tavares fija un plazo muy ajustado para las marcas menos rentables del Grupo Stellantis, pero él ya no estará para verlo
Maserati y otras marcas italianas corren peligro ante la falta de rentabilidad.

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Publicado: 17/10/2024 07:00

Cuando se dirige un grupo industrial de la envergadura de Stellantis es difícil no ganarse enemigos. Desde la fusión oficial a principios de 2021, Carlos Tavares ha dirigido el cuarto mayor conglomerado automovilístico del planeta. Una tarea de desgaste y de constantes cambios, más si cabe con la fuerte irrupción de la movilidad eléctrica. Si bien los resultados son, en líneas generales, satisfactorios, hay algunas marcas que están cumpliendo con los objetivos. Su continuidad en el grupo está, otra vez, en entredicho.

Porque esta no es la primera vez que desde las altas esferas del Grupo Stellantis se lanzan serias advertencias sobre la presencia de determinadas marcas. En 2021, dentro del extenso contrato de unión que firmaron los Grupos PSA y FCA se fijó un plazo de control de 10 años para todas las marcas. Es decir, durante una década no se podía modificar el organigrama comercial. Todas las marcas tenían un periodo de gracia de 10 en el que debían demostrar tener lo necesario para mantenerse en la órbita del conglomerado. Aquellas que no resultasen rentables podrían cerrar o venderse.

Carlos Tavares junto a Emannuel Macron durante la celebración del Salón de París.

A partir de 2026 se revisará el estado de salud de todas las marcas de Stellantis

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Dados los últimos balances trimestrales presentados por algunas empresas, sumado al excesivo celo del propio Tavares con el ahorro y la contención de gastos, han surgido muchos rumores sobre posibles cierres de Maserati y Alfa Romeo. Las marcas italianas más caras de todo el grupo no están consiguiendo alcanzar la tan esperada rentabilidad. Las ventas son minoritarias y las facturas no paran de acumularse en los despachos de Milán y Módena. Al poco de surgir los primeros rumores la cúpula de Stellantis salió al paso de que no habría ventas, aunque no cerró del todo la posibilidad. La duda siempre ha estado ahí.

Ahora la incertidumbre se incrementa con las últimas declaraciones de Carlos Tavares durante la celebración del Salón del Automóvil de París, recogidas por un importante medio europeo. El CEO de Stellantis ha asegurado que en los próximos 2 ó 3 años se revisará la estrategia y el estado de todas y cada una de las marcas, las 15, incluyendo a la última en integrarse, Leapmotor. Ese es el plazo que tienen las marcas menos rentables de Stellantis para buscar y encontrar soluciones económicamente viables. No se antoja mucho tiempo teniendo en cuenta el estado de salud del mercado europeo e internacional. China se antoja como un destino esencial.

Leapmotor ya está presente en Europa. Las primeras miles de unidades ya han desembarcado.

El país asiático vende más coches por sí mismo que Europa y Estados Unidos juntos. Más de 30 millones de unidades matriculadas al año son un jugoso pastel al que las marcas europeas quieren hincarle el diente. Durante la celebración de la muestra parisina, el propio Tavares ha metido el miedo en el cuerpo a los europeos al asegurar que la situación es tan delicada que podría llegar a darse el caso de tener que cerrar alguna de las fábricas que Stellantis posee en el Viejo Continente. Una vez más las plantas italianas están en el centro de la diana.

A pesar de ello, Tavares no estará para vigilar el estado de las marcas cuando estas se sometan a examen. La semana pasada, Stellantis confirmó que Carlos Tavares no seguirá al frente del conglomerado a partir del 1 de enero de 2026. El empresario portugués agotará su contrato actual para después jubilarse con una más que jugosa retribución. John Elkann, presidente de Stellantis ya busca un sustituto que coja la batuta del grupo. Este no sólo tendrá que lidiar con la precaria situación de algunas de las marcas, sino que también tendrá que suavizar las tensiones con la división americana y enfocar la estrategia de la compañía de cara a un futuro que si bien parece eléctrico, no es del todo seguro.

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