Stellantis está preocupada por las próximas elecciones en Europa y USA, las ventas de eléctricos podrían frenarse

Corren tiempos de cambio, tiempos donde el coche eléctrico está sacudiendo los cimientos de una de las industrias más antiguas del mundo. El nuevo paradigma de la movilidad ha abierto una brecha que puede causar tantos beneficios como perjuicios. Europa quiere liderar la transformación, pero todos los indicadores apuntan a que el mercado se está ralentizando. Los políticos europeos toman decisiones fundamentales en esta nueva etapa y un cambio de rumbo en Europa y Estados Unidos podría suponer un duro varapalo para los intereses comerciales.

El Viejo Continente está ante una encrucijada. Los planes de Europa determinan que a partir de 2035 no se podrán vender, salvo excepciones, coches de combustión. Puede parecer una fecha cercana, pero la verdad es que no lo es. Para llegar a la fecha límite en condiciones, las marcas están realizando la mayor inversión jamás registrada en la industria. Miles de millones de euros en productos, componentes y estrategias que podrían pender de un hilo si el rumbo político cambia de sentido. Las próximas elecciones en Estados Unidos y en Europa podrían afectar significativamente a la estrategia de las marcas.

Dos elecciones que podrían cambiar el rumbo de la era eléctrica en Europa y Estados Unidos

Carlos Tavares, CEO de Stellantis, se ha alzado como una de las voces más críticas con los cambios de opinión de la clase política internacional. El grupo galo se juega mucho durante los próximos años. Con 14 marcas en su porfolio, Stellantis tiene presencia en casi todo el mundo. Durante los últimos años, Tavares ha estado guiando a la compañía en este nuevo reto, pero teme que los cambios retrasen la llegada de una era eléctrica que le está costando mucho tiempo y dinero. «Hay dos elecciones importantes el año que viene: las elecciones al Parlamento Europeo en junio y las elecciones estadounidenses en noviembre. Podría ser que la política sea diferente entonces».

El cambio de rumbo sería doblemente dramático para los intereses de las marcas europeas. China avanza imparable con una oleada de productos y marcas que atentan contra el statu quo de la región. Cada vez más fabricantes se deciden a lanzar sus modelos en el Viejo Continente, aunque por ahora, salvo MG, ninguna ha conseguido colonizar las ventas en ninguno de los segmentos. Sin embargo, el miedo reside en la competitividad de una industria que no está viendo compensada una estrategia de todo eléctrico. Algunas marcas ya han lanzado la voz de alarma.

Volkswagen se encuentra en una delicada y complicada situación. Los directivos tienen que recortar el presupuesto en 10.000 millones para poder retomar una senda positiva de rentabilidad, mientras que China gasta dinero de forma indiscriminada. Tavares no teme la llegada de rivales chinos, de hecho, Stellantis se ha asociado con un fabricante de coches asiático, Leapmotor, para exportar en exclusiva vehículos baratos que pueden resultar muy interesantes para muchos conductores en Europa. Conductores que todavía tienen serias dudas sobre la movilidad eléctrica.

Fuente: Automotive News Europe