El centenario del Salón de Barcelona conllevará deducciones por apoyarlo
El Automobile Barcelona 2019 (Salón del automóvil de Barcelona) será una ocasión muy especial, pues el certamen automovilístico cumple su centenario. El Congreso y el Senado se han puesto de acuerdo para dar un trato fiscal muy ventajoso a las empresas que lo apoyen.
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Publicado: 02/07/2018 20:00
Históricamente el Salón del Automóvil de Barcelona ha tenido más importancia que el de Madrid. Se celebran de forma alterna, en Barcelona los años impares, en Madrid los pares. El próximo año, 2019, se cumplirá un centenario de la primera cita automovilística en la ciudad condal. La cita arrancará el próximo 11 de mayo.
Desde el sector público se le ha querido dar un empujón, dando facilidades a las empresas que apoyen el acontecimiento o lo publiciten. A cambio, hay deducciones fiscales realmente interesantes. Tiene la consideración de acontecimiento de excepcional interés público, según lo dispuesto en el artículo 27 de la Ley 49/2002.
El programa de apoyo al evento durará desde el 1 de septiembre de 2018 al 1 de septiembre de 2021
Parte de una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado que ha hecho el PP en el Senado, es decir, una corrección de los PGE que sacó adelante con sus socios antes de la moción de censura que les desalojó del Gobierno. El Congreso, ya fuera del control del PP, los ha aprobado por "responsabilidad" de forma definitiva.
Aquellos gastos que se hagan para apoyar el acontecimiento tendrán una deducción del 15% de los gastos realizados si realizan plurianualmente. Los gastos que contribuyan "de forma esencial a la divulgación" del salón se podrán deducir de forma integral, el 100%.
Ya se hizo algo similar en 2009, cuando se promocionó el evento con motivo de su 90 aniversario
El evento, que se llamará oficialmente Automobile Barcelona 100, espera una máxima afluencia de expositores. Esto ocurre en un contexto en el que marcas como Ford dicen que se van a saltar el Salón de Ginebra -y no pasa nada- por no coincidir los lanzamientos internacionales previstos con la cita suiza.
La verdad es que en los últimos años el Salón de Barcelona ha perdido mucho peso específico, ya que la industria tiende a acumular las novedades en grandes citas del motor. Primicias mundiales hemos podido ver una o dos al año, europeas unas cuantas más, y nacionales el resto (modelos en catálogo aparte).
Edición | Visitantes |
---|---|
2005 | 1.103.427 |
2007 | 1.045.165 |
2009 | 1.146.209 |
2011 | 796.923 |
2013 | 700.000 |
2015 | 750.000 |
2017 | 755.000 |
Echemos un vistazo a los datos de asistencia brutos de las últimas ediciones. La edición de 2009 tuvo una asistencia realmente abundante, casi 1,15 millones de personas, pero en las últimas cuatro ediciones no se han recuperado del techo ficticio de 800.000 personas.
Sin embargo, siguen siendo cifras mucho mejores que las del Salón de Madrid, contrastemos los 755.000 visitantes de 2017 con los 111.298 que ha tenido Madrid Auto el pasado mes de mayo. La cita madrileña es más un salón de venta de vehículos nuevos que un expositor internacional para novedades de relevancia.
Un salón grande, si quiere ser atractivo para el público, debe ofrecer novedades, y si no las tiene, al menos que sea atractivo para ver, tocar y probar los coches que están a la venta. Visto está que el Salón de Barcelona se ha recuperado de sus peores momentos, aunque aún planea la sombra del "procés" independentista sobre la confianza de los inversores.
Las enmiendas a los PGE de 2018 también apoyan el festival internacional de Jazz y la World Race de vela en la ciudad de Barcelona
Seguramente haya ausencias importantes en el Salón de Barcelona, como ya ocurre en citas tan importantes como Detroit, Frankfurt o Ginebra. Al menos, si no hay novedades, que haya gama para exponer y así atraer a más visitantes. Los salones ya no son imprescindibles para conocer novedades.
El automóvil es un sector fundamental para la economía española, en torno al 12% del PIB, y la cita bianual del motor hay que mimarla, sobre todo la de Barcelona por su mayor proyección internacional y mayor herencia histórica. En cuestión de meses empezaremos a ver la lista de asistentes.
En esta ocasión parece que hubo sintonía política entre formaciones enfrentadísimas en otras cuestiones, el sector del motor puede respirar un poco. Si el Salón del automóvil de Barcelona rompe la barrera de los 800.000 visitantes, se habrá dado un paso adelante hacia el futuro, dejando atrás los rescates "in extremis" de otras ediciones por avalancha de ausencias.