El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, receloso con el Gobierno francés tras la última visita de Tesla
La incertidumbre en la que viven los fabricantes europeos a razón del coche eléctrico está generando ciertas tensiones con los representantes políticos. El CEO de Stellantis está siendo uno de los más críticos y apunta directamente al gobierno francés.
6 min. lectura
Publicado: 07/07/2023 15:30
Carlos Tavares, como máximo responsable del grupo Stellantis, no es ajeno a la situación que se vive actualmente en Europa y a las enormes dificultades por las que atraviesan los fabricantes europeos.
Un panorama muy complejo que viene marcado por varios factores. El principal es, sin duda, el enorme empuje de los coches eléctricos chinos, que están llegando a mansalva a nuestro continente con vehículos cada vez más competitivos y con precios agresivos.
Tavares fue, precisamente, uno de los últimos en advertir del peligro que se avecinaba en Europa: «La diferencia de precio es significativa. Si no cambia nada, los clientes europeos de la clase media recurrirán cada vez más a los modelos chinos. El poder adquisitivo de muchas personas aquí está disminuyendo notablemente».
Los recelos de Tavares con el Gobierno francés
Podríamos decir que hay dos actores que están haciendo mucho daño a los fabricantes europeos: Tesla y BYD. Este último, gigante automotriz chino, representa la máxima amenaza de la que hablábamos antes a raíz de las declaraciones de Tavares al inicio de este año.
El dirigente de Stellantis apunta al régimen regulatorio de emisiones en Europa, el cual no está ayudando a los fabricantes del Viejo Continente: «La regulación asegura que los autos eléctricos fabricados en Europa sean un 40 por ciento más caros que los vehículos comparables fabricados en China».
Por otro lado, desde el otro lado del planeta, está Tesla, con una gigafactoría ya instalada en Berlín y con el Model Y, el rey de los eléctricos, produciéndose en suelo europeo. Tavares criticó recientemente el trato de «alfombra roja» que recibió Elon Musk en Francia, país que alberga dos de las principales marcas del grupo, Citroën y Peugeot.
El dirigente de Tesla se reunión con Emmanuel Macron y luego asistió a una fiesta privada en Versalles donde, entre otros, se pudo ver con el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, el cual publicaba sus selfies con Musk acompañados del hashtag #ChooseFrance. Un mensaje, «Elige Francia», en la búsqueda de que Tesla establezca sus nuevas instalaciones europeas en el país galo.
Desde Automotive News Europe se reconoce que Tavares tiene una relación más que fría con Le Maire. Este último, además, recientemente lanzó un mensaje al CEO de Stellantis, en el que le pedía «patriotismo económico». ¿Con qué intenciones?
Básicamente, para presionar a Stellantis para que no solo fabrique vehículos eléctricos de alta gama, sino también más pequeños, económicos, y accesibles, como ha hecho recientemente Renault.
Francia presiona a Stellantis para que este último no establezca la producción de este tipo de vehículos en otros países como España(Peugeot e-208 u Opel Corsa-e), Polonia o Marruecos, donde hace bien poco se confirmó la producción de los últimos eléctricos conocidos, los Fiat 600e y Topolino.
Por si fuera poco, el ministro de Industria de Italia, Adolfo Urso, también ha pedido a Carlos Tavares que su grupo produzca más coches en su país. Ambos se reunirán, no obstante, próximamente para tratar estos temas.
Producir donde sale más barato
«No hay ninguna razón por la que debamos correr un riesgo adicional al fabricar coches compactos en un país donde nos vaya a costar más caro. Si un país está tratando de atraer a los recién llegados (Tesla, marcas chinas…) con inversiones en nuevas plantas, que asuman ellos ese riesgo», afirma Carlos Tavares.
Las razones económicas y la complejidad para transformar sus actuales instalaciones para favorecer la producción de coches eléctricos están detrás de las últimas decisiones de Tavares (y del resto de grandes marcas en Europa). Sin embargo, en países como Alemania hay una perspectiva adicional que les empuja a ver las cosas de forma un poco más diferente.
¿Por qué iban a impedir la llegada de vehículos eléctricos chinos a su país, si eso podría perjudicar los acuerdos comerciales que Alemania tiene con el mercado asiático? No hay que olvidar que, por ejemplo, para el Grupo VW su principal mercado para coches eléctricos es, a día de hoy, China.
«El este y el sur de Europa son mucho más baratos que la parte noroeste. Tengo la responsabilidad de tomar decisiones razonables hoy que no afectarán negativamente al futuro de la empresa dentro de unos años», remata Tavares.
Fuente: Automotive News Europe