Cerrar Nissan Barcelona será un 45% más caro de lo que calculó el Gobierno: 1.450 millones de euros
La cifra de 1.000 millones de euros de costes para Nissan por cerrar la fábrica de Barcelona y las dos satélites de Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca se queda muy corta. Más bien hablamos de 1.450 millones de euros.
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Publicado: 02/06/2020 22:30
Cuando la consellera de Empresa de la Generalitat de Catalunya, Àngels Chacón, dijo eso de que «cerrar es mucho más caro que hacer la planta competitiva», no estaba haciendo ninguna amenaza. Estaba dando un aviso a navegantes, la escapada anticipada de Nissan costará a la japonesa una fortuna.
La planta da trabajo a 3.000 personas de forma directa y a otras 20.000 de forma indirecta, incluyendo más de 400 empresas auxiliares y a los trabajadores de las plantas de componentes de Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca, ambas en la provincia de Barcelona.
El Ministerio de Industria cifró inicialmente en 1.000 millones los costes de la retirada
En las cuentas hay que incluir todas las indemnizaciones por despido (considerando que hay gente con 20 años de antigüedad), a los proveedores por ruptura de contratos, llevarse la maquinaria a otros lugares, devolver subvenciones cuyo propósito no ha sido satisfecho y reacondicionar los 500.000 metros cuadrados de la Zona Franca.
Mantener Nissan Barcelona funcionando cuesta unos 210 millones de euros al año, entre los que se incluyen 174 millones de euros para mantener la plantilla y 18 millones de euros en alquiler. El terreno es de un consorcio repartido entre el Estado y el Ayuntamiento de Barcelona, ubicado cerca del puerto y con un precio muy razonable dada la ubicación.
Solo en indemnizar a los trabajadores de la planta Nissan va a tener que soltar 600 millones de euros, una media de 200.000 euros por cabeza, aunque la mayoría cobrará mucho menos. Hay que tener en cuenta que hay empleados de alto rango, directivos o personal muy cualificado. Es la principal partida de costes.
El coste de los ERTE asumido por el Estado será también compensado
Les siguen las amortizaciones anticipadas, otros 310 millones de euros, 100 millones de euros para dejar los terrenos como estaban -a lo que Nissan se comprometió-, 100 millones de euros para devolver subvenciones, 50 millones de euros para indemnizar a los proveedores, y otros 40 millones reservados para costes indirectos. Y no está todo...
Una mudanza cara y de resultado incierto
La cadena de producción de la Nissan e-NV200 se trasladará a Maubeuge (Francia), donde se seguirá fabricando, mientras que la producción de pick-up Nissan Navara y Renault Alaskan continuará en Sudáfrica. La Clase X de Mercedes-Benz ya estaba condenada previamente por sus bajas ventas.
Nissan ya descartó que se produjesen en Barcelona tanto el nuevo X-Trail, que se asignó a Japón ante la situación provocada por el "Brexit", e ídem respecto al derivado de serie del Ariya, cuya producción está asignada también a la patria nipona, Makoto Uchida -CEO de Nissan- dixit el pasado jueves.
Para hacernos una idea de cuánto dinero supone esto para el fabricante, durante el pasado ejercicio fiscal (2019-2020) Nissan palmó 5.700 millones de euros, sus primeras pérdidas en 11 años. Para amortiguar el palo que ha supuesto en su liquidez la crisis del COVID-19 y problemas arrastrados, Nissan ha pedido a bancos japoneses 5.000 millones.
El dinero que se ahorra en la planta de Barcelona no se convertirá realmente en ahorros hasta ¡2027! Eso contrasta con los 300-400 millones de euros que implicarían la asignación de algún modelo a la planta, que estarían apoyados por otros 70 millones de ayudas públicas que habrían puesto el Estado y la Generalitat. En 2023 ya se habría recuperado dicha inversión.
Nissan va a reducir su capacidad global de producción en un 20%, y la fábrica de Nissan no llegaba al 10% de lo hecho en Europa. Mientras tanto, Sunderland (Reino Unido) puede quedarse fuera del mercado único en cuestión de meses y la patata caliente se pasa a Renault. Si eso ocurre, la planta se convertirá de repente en menos competitiva.
¿Acaso Nissan no va a necesitar una fábrica con capacidad para producir 200.000 unidades al año antes de 2027?
Si se llevasen a cabo las amenazas de nacionalizar Nissan, a los japoneses les vendría de fábula, porque con el debido justiprecio ganarían dinero. Expropiar es una opción sin recorrido porque a medio y largo plazo será un error estratégico y espantará a los inversores, decididamente no es algo que nos interese. Además, no habría ganancia alguna, sería una socialización de pérdidas para todos.
Fuente: La Vanguardia