El mundo del motor despide a otro icono, finaliza la producción del Chevrolet Camaro sin un heredero a la vista

No corren buenos tiempos para los nostálgicos. La llegada del coche eléctrico ha puesto patas arriba a la industria. El sector de la automoción está en pleno proceso de transformación. Lo antiguo ya no sirve y es hora de mirar al futuro. La electricidad parece estar ganando la batalla y eso supone decir adiós a algunos coches clásicos que nos han hecho mucho más alegre la vida. El Chevrolet Camaro será una de las pérdidas más sensibles. Nos ha dicho adiós y, por ahora, no hay sucesor a la vista.

Estamos ante uno de los muscle car americanos por antonomasia. En plena era de los "pony cars", con el Ford Mustang liderando las ventas, la respuesta de Chevy fue su Camaro. Se presentó por primera vez el 12 de septiembre de 1966 y compartía gran cantidad de componentes con su hermano, el Chevrolet Nova. Con el paso de los años las mejoras en el Camaro se sucedían una tras otra a la par que las ventas se disparaban. Legendarias han sido algunas de sus versiones, como el Camaro COPO o las ediciones ZL1. En 2002, tras una larga carrera comercial el deportivo americano nos dijo adiós durante una larga temporada.

Una triste despedida, pero no parece un adiós definitivo

8 años de ausencia fueron muchos años, pero en 2010 Chevrolet decidió devolverlo al mercado y una vez más el éxito fue arrollador. Esta vez la vida comercial ha sido mucho más corta, apenas 13 años de vida. La producción del Camaro ya ha finalizado oficialmente hablando. La última unidad salió de la línea de montaje el pasado jueves 14 de diciembre. Por ahora no hay fotos ni información al respecto de esa última joya fabricada en la línea de la planta de Lansing, en el Estado de Michigan.

La gran pregunta es, ¿qué futuro le espera al Camaro? Por ahora es bastante incierto. El año no ha sido malo en cuanto a ventas. Ford y Dodge lo han superado con los Mustang y Challenger, respectivamente, pero a nivel económico todavía hay potencial en la gama. Fuentes de la compañía han declarado el gran valor que el Camaro tiene en la marca, tanto a nivel económico como pasional. Puede que no estemos ante un adiós definitivo, pero es difícil calcular la respuesta de un cambio radical.

Scott Bell, el vicepresidente global de Chevrolet ha declarado: «Aunque hoy no anunciemos un sucesor inmediato, tengan la seguridad de que este no es el final de la historia del Camaro». Sus máximos rivales ya han asegurado que sus respectivos muscle car acabarán siendo eléctricos, pero no hay una fecha exacta para tan trascendental conversión. Desde hace más de un año, Dodge trabaja en su desarrollo, ya nos dio un adelanto con el Charger Daytona SRT Concept. La pinta es buena, pero el problema está en cambiar la mentalidad de millones de americanos enfurecidos por la pérdida de los grandes bloques.

Mientras que en Europa ya nos hemos acostumbrado a los motores de tres cilindros, a los híbridos, a los híbridos enchufables y hasta los eléctricos, Estados Unidos sigue quemando grandes cantidades de combustibles fósiles por el empleo masivo de grandes motores de combustión. Por el momento hay que esperar. Ponerse cómodo e imaginar que el regreso del Chevrolet Camaro será por todo lo alto como ya ocurriese en 2010. En esta ocasión es posible que el hermano pequeño se aproveche del hermano mayor. El Camaro podría emplear parte del desarrollo aprendido en el Chevrolet Corvette E-Ray, el primer Corvette electrificado de la historia.

Fuente: American Cars and Racing