Impecables Charger Daytona y Hemi Cuda en colección de raros muscle cars en venta
Raros muscle car en increíble estado a la venta. Un excelente Dodge Charger Daytona de museo, un rarísimo Oldsmobile 442 W-30 y dos impecables Plymouth Hemi Cuda 1970 y Cuda 1971, estos tres últimos sin restaurar, encabezan la venta de parte de la colección del especialista Jim Fasnacht.
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Publicado: 24/10/2016 09:00
Hace solo unos días que nos asombrábamos con parte de la colección Ron MacWorther que saldrá a subasta el próximo mes de noviembre en Dallas, un inmenso conjunto de vehículos procedente de la colección del mencionado empresario inmobiliario tejano, que estaba compuesta por cerca de 300 vehículos originalmente.
En ese mismo evento, organizado por Mecum Auctions en Dallas, saldrán también a la venta cientos de ejemplares durante los tres días de subasta, entre los que nos llamaba poderosamente la atención algunos de los integrantes de la colección Jim Fasnacht.
Este coleccionista es uno de los más reputados especialistas del casi desconocido Ruxton, fabricado primero por New Era Motors y luego por Moon Motors, llegó al mercado precisamente al inicio de la Gran Depresión de principios del siglo XX, por lo que no es de extrañar que estuviera en producción tan solo 4 meses. Sin embargo, a pesar de su corta vida, es de esos modelos que tiene detrás una gran historia.
Sin embargo, no era el Ruxton ni su truculenta historia la que nos llamaba la atención de los vehículos de Fasnacht que saldrán a la venta en unos días. Para esta ocasión, el coleccionista estadounidense va a desprenderse de unos cuantos cuantos muscle cars, algunos muy llamativos y en un estado asombroso.
En el evento de Mecum en Dallas encontraremos hasta 8 ejemplares de Fasnacht, y salvo 2 ejemplares, todos son de los años 1969, 1970 y 1971, un conjunto formado por algunos de los modelos más destacados del segmento muscle car.
El modelo que destaca más rápidamente no es otro que el siempre impresionante Dodge Charger Daytona, el espectacular ‘wing car’ que con su afilado frontal y elevado alerón es fácilmente reconocible hasta por el más profano. Este ejemplar se encuentra en un estado impecable, no solo dispone de menos de 26.000 kilómetros de uso, además, tras pasar más la mayor parte de su vida expuesto en el International Motorsports Hall of Fame & Museum próximo al circuito de Talladega, se sometió recientemente a una restauración de primera clase de 30 meses de duración en el taller del especialista Roger Gibson.
Dispone de la combinación de color más llamativa y deseada, Rojo R4 con el ala en color negro y del motor V8 440 Magnum, la mayor opción mecánica disponible con 7.2 litros y 380 CV (375 hp). Mecum le otorga a este ‘wing car’ un valor entre 250.000 y 400.000 dólares.
Junto a este encontramos otros Dodge de la época, por un lado un llamativo Challenger R/T 1970 de carrocería morada con el interior en blanco, opciones disponibles en el catálogo oficial del modelo, equipado con el V8 383 de 340 CV (335 hp), además de un raro Challenger Drag Pak de 2009. Este es uno de los 100 ejemplares que Dodge fabricó como base para equipos y pilotos de la NHRA.
A pesar de su anodino aspecto exterior, estos 100 ejemplares fueron desprovistos de prácticamente todo, desde el equipamiento interior más básico hasta el sistema de transmisión, teniendo los equipos que instalar incluso su propio eje trasero, el ahorro de peso era por tanto considerable, perdían más de 450 kilos en la báscula. No eran unidades homologadas para circular por la calle, sino para servir de base como preparación para las pruebas del Campeonato de la National Hot Rod Asociation.
Esas 100 unidades, equipadas con el V8 Hemi de 6.1 litros con la compresión elevada a 12.5:1, se agotaron en tan solo 48 horas.
Este ejemplar fue vendido por un concesionario Dodge Jeep de Carolina del Sur y preparado por la propia compañía, se entregó a su propietario ya en enero de 2009, quien pretendía transformarlo en un modelo para shows y exhibición, sin embargo, no llegó a hacer nunca tal cosa, quedando completamente inalterado, en estado de recién entregado. En 2012 pasó a formar parte de la colección del vendedor actual, Jim Fasnacht, que lo ha mantenido en ese raro estado de “recién entregado”, tal y como salió del concesionario, manteniendo plásticos protectores y etiquetas.
Junto a estos encontramos un radiante AMC Javelin Big Bad SST de 1969 y un Chevrolet de 1936 customizado y los ejemplares que más han llamado nuestra atención, 2 unidades del Plymouth Cuda y un Oldsmobile 442 W-30, dos de los muscle car más queridos por los aficionados y que cuentan con la rarísima característica de permanecer aún sin restaurar, a pesar de mostrar un estado de forma impecable.
El 442 fue el máximo exponente de Oldsmobile en el segmento muscle car, con su motor de V8 455, de 7.5 litros, entregaba oficialmente 370 CV (365 hp) que se convertían en 375 CV (370 hp) con el paquete opcional W-30. Según muchos especialistas, como era habitual aquel entonces, la potencia oficial del 442 estaba entre 30 y 40 CV por debajo de la real. Este paquete opcional incluía mejoras en el motor además de un capó delantero de fibra de vidrio con dos entradas de aire funcionales, no estéticas.
Al igual que el Pontiac GTO, el 442 nacía originalmente como un paquete prestacional opcional de otro modelo, aunque en plena fiebre muscle car a finales de los sesenta, Oldsmobile terminó ofertándolo como un modelo separado, entre 1968 y 1971.
Del modelo 1970 del 442 se fabricaron en total unos 19.330 ejemplares, de los cuales tan solo unos 3.100 equiparon el paquete W-30, siendo por tanto los más valiosos y buscados por los coleccionistas. Encontrar uno de estos ejemplares en funcionamiento y perfecto estado, sin haber sido restaurado en más de cuarenta años, es algo extremadamente raro, de ahí las elevadas estimaciones de la casa de subastas, entre 100.000 y 125.000 dólares.
Esta es la misma situación que nos encontramos con los dos últimos ejemplares de Plymouth, un Cuda de 1971 y un Hemi Cuda de 1970. Ambos se encuentran en perfecto estado a pesar de su avanzada edad, sin embargo ninguno de ellos ha sufrido ningún tipo de restauración, manteniendo como el Olds 442 sus mismos materiales y colores originales.
El Hemi Cuda de 1970 dispone tan solo de 57.900 kilómetros de uso, cuenta con su motor V8 426 Hemi de 7.0 litros y 430 CV (425 hp) intacto. Y lo más raro, al igual que el Olds 442 dispone de la extraña opción de cambio manual, aquel año se fabricaron menos de 300 ejemplares con esta opción, de minoritaria difusión en el mercado estadounidense.
El increíble estado de este vehículo no es casual. Sus dos primeros propietarios, ambos canadienses, no permitieron que el vehículo fuera conducido en días húmedos y ya con su tercer propietario, en 1984, fue almacenado durante años en un garaje climatizado con temperatura y humedad controladas. Desde ese momento y hasta 2001 este Hemi Cuda ha pasado por varios y cuidadosos propietarios, que lo han conservado como la joya histórica que es, preservando su originalidad al máximo.
Ese año pasó a las manos de Jim Fasnacht, que lo ha preservado desde entonces también en instalaciones con clima controlado, ofreciéndolo a la venta en el magnífico estado que podemos ver en las imágenes, como nuevo. Las estimaciones anunciadas para este ejemplar son muy altas, entre 300.000 y 400.000 dólares.
El último ejemplar, el Cuda negro de 1971 no es un modelo tan valorado por aficionados como el que está equipado con el motor Hemi de 7.0 litros, sin embargo, dispone de la rara particularidad de haber tenido la misma propietaria desde 1971 a 1995, cuando pasó a manos de coleccionistas. En estos años tan solo ha recorrido 46.000 millas, unos 74.000 kilómetros, y jamás se ha sometido a un proceso de restauración, así mismo, su motor, sistema de escape, equipamiento y pintura continúan siendo los originales tras 45 años, certificado por el especialista en Mopar Roger Gibson.
Dotado del motor V8 340 de 5.5 litros, este disponía originalmente de 278 CV (275 hp), por lo que no era la opción más potente de la época. Su precio debería estar rondando los 60.000 u 80.000 dólares que augura su estimación inicial, aunque su condición de “cápsula del tiempo” podría ejercer efecto sobre las pujas.
Fotos: Mecum Auctions