Chariot se despide, la apuesta de movilidad de Ford ha pinchado
Otra víctima de la reestructuración de negocio de Ford es el servicio de microbuses Chariot. El experimento ha durado casi cinco años, no ha llegado a ser económicamente viable. El 25 de enero finaliza el servicio en Londres y el 1 de febrero en Estados Unidos.
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Publicado: 11/01/2019 21:00
No todos los nuevos negocios de movilidad están destinados a ser un éxito, sobre todo si los que ponen el dinero no pueden esperar a que sean rentables. Es lo que ha pasado con Chariot, una empresa que nació en 2014 como complemento del transporte público y que fue adquirida por la mismísima Ford Motor Company como servicio de movilidad.
En abril de 2014 se fundó la empresa, mediante una aplicación móvil se encontraban pasajeros para hacer una determinada ruta regular y se montaban en minibuses de alquiler. Ford vio futuro en la compañía y fue la primera adquisición de su división de movilidad, se comenta una cifra de 65 millones de dólares. La marca del óvalo azul se encargó de poner también los vehículos, Ford Transit.
El servicio funciona actualmente en Londres y las ciudades estadounidenses de Austin, Chicago, Columbus, Denver, Detroit, Lake Tahoe, Los Ángeles, Nueva York, Seattle y San Francisco. En la ciudad del Támesis empezó a funcionar en febrero de 2018 y parecía que iba a ser la primera de una serie de enclaves europeos con este servicio. No ha sido así.
No es ninguna casualidad que cierre Chariot y que Ford esté recortando gastos, son fenómenos íntimamente relacionados. Este tipo de negocios necesitan una masa crítica de clientes para ser rentables y poder cubrir los costes de personal, vehículos, logística, aplicación móvil, etc.
La web StreetsBlog NYC publicó en febrero que en el caso de Nueva York la cosa pintaba muy mal: 25 furgonetas -con 15 plazas cada una- prestaban servicio a 1.000 viajeros. Eso corresponde a 9 pasajeros por día y vehículo, aunque la media real estaba más bien en 5 pasajeros por vehículo y día.
Eso era insostenible
Chariot no solamente ha fracasado en su propósito de ser una alternativa al transporte público -las tarifas son competitivas con el mismo-, también en el de hacerse con suficientes rutas privadas que contratan empresas para mover sus trabajadores. Las cuentas no salen y Chariot no tiene inversores tan pacientes como los de Uber -empresa que no da beneficios-.
En un comunicado en su blog oficial se puede leer que el 25 de enero será el último día que Chariot preste servicio en Londres. En Estados Unidos el 1 de febrero será el último día de actividad. Los responsables de Chariot devolverán el saldo pendiente y tratarán de reducir las consecuencias para clientes, conductores, etc.
Las causas por las que Chariot ha fracasado como negocio son muy diversas, no se puede achacar a un único factor. En teoría, había mucho potencial en rutas deficientemente cubiertas por el transporte público y si se conseguían clientes suficientes. Chariot funciona tanto en hora punta como en momentos de menor actividad circulatoria.
En estos casi cinco años, Chariot ha desplazado a más de 3 millones de personas. El impacto de Chariot en ventas de vehículos Ford se puede calificar como despreciable, así que no hay que buscar los motivos ahí. Simplemente Ford ahora no puede permitirse ciertos dispendios, y si no fuese por su gama de SUV, estaría muy mal de lo suyo, como en 2008.
El actual CEO de Ford, Jim Hackett, fue el responsable de Ford Smart Mobility en 2016, cuando se completó la adquisición de Chariot y aún no tenía el mando de la empresa matriz. Uno de los cofundadores de Chariot, Ali Vahabzadeh, abandonó Ford hace un año. El otro, Romain Di Vuolo, sigue en la empresa.
Seguramente acabemos viendo a otros empresarios intentando hacer algo similar en el futuro, aunque algún día habrá que apostar por vehículos eléctricos -especialmente en determinadas ciudades- y los conductores llegarán a ser totalmente prescindibles. Total, los actuales se limitan a conducir, todos los pagos son electrónicos y ellos no tocan el dinero.
Un servicio parecido a Chariot que también explora Ford es el de entrega de pequeñas mercancías con vehículos autónomos, donde los mismos clientes recogen lo que han encargado. Sería un negocio más en el que el cliente tiene que hacer más trabajo y lo deja de hacer un empleado. Puede que eso tenga más futuro que ser complemento del bus.