El polémico y misterioso desarrollo de los Chevrolet Bolt EV y Opel Ampera-e
La espectacular cifra de autonomía de los Chevy Bolt y Opel Ampera-e no son lo único llamativo y curioso de estos modelos. En su desarrollo podemos encontrar unos cuantos escollos y alguna que otra polémica que General Motors tuvo que superar para poder presentar un modelo, que cuando fue anunciado por primera vez, más de uno no creyó que llegara a existir.
14 min. lectura
Publicado: 19/09/2016 09:00
Hace solo unos días, General Motors revelaba al fin la cifra de autonomía de sus nuevos Chevrolet Bolt y Opel Ampera-e eléctricos. Con más de 400 kms de rango en el mejor de los casos, según las cifras homologadas facilitadas por las marcas, los nuevos protagonistas del segmento eléctrico prometen ser destacadas piezas de este nuevo nicho del mercado, que poco a poco se va llenando y tomando la importancia que se vaticina a esta nueva tecnología.
Estos modelos son la respuesta definitiva de General Motors a la movilidad eléctrica, después del fallido intento del Volt y sus derivados, los Ampera y ELR, un eléctrico de rango extendido que parecía más una tímida aproximación a este nuevo segmento y que a pesar de contar con el beneplácito de medios y usuarios, no ha llegó a cuajar en el mercado. Peor en el caso de las versiones de Opel y Cadillac, este último incluso ya ha sido eliminado precisamente este año.
Sus sucesores, los nuevos Bolt y Ampera-e, no solo prometen mayor rendimiento, sino que dispondrán de un precio en teoría más competitivo, a pesar de que este aún no ha sido revelado. Sin embargo, las diferencias de estos con su antecesor tecnológico no acaban ahí, ya que al contrario que el mediático desarrollo y lanzamiento del Chevy Volt de primera generación, el de los nuevos modelos ha sido extremadamente silencioso y discreto, a pesar de estar llamados a revolucionar el segmento.
Si durante las fases previas al lanzamiento del Volt, la maquinaria de marketing de General Motors nos bombardeaba con todo tipo de datos y de noticias del nuevo modelo, con sus sucesores hemos vivido exactamente lo contrario. Su desarrollo y posterior presentación han sido más que discretos, sigilosos. Tras las palabras de los dirigentes de GM anunciándolo hace unos años, no vimos ni supimos nada hasta la presentación en Detroit 2015 del Bolt EV concept, al que siguió justo un año después la presentación de la versión de producción, en Detroit 2016.
Anteriormente a eso, poco más, ya que GM ha sido bastante críptica y cerrada con respecto a estos modelos. Lo que contrasta enormemente con el revuelo que levantaron las primeras declaraciones que confirmaron el desarrollo del modelo, allá por 2013. En septiembre de ese año, Dan Akersson, todavía CEO de GM y a pocos meses de ser sucedido por Mary Barra, revelaba que la corporación lanzaría un nuevo vehículo eléctrico que, con un precio de unos 30.000 dólares, sería capaz de llegar a las 200 millas de autonomía, unos 321 kms.
En ese momento y a pesar de que hayan pasado solo unos pocos años, esas cifras eran simple y llanamente astronómicas. Como ejemplo, el modelo 2013 del Volt había mejorado la autonomía en modo eléctrico puro y aún así apenas sobrepasaba los 60 kilómetros de autonomía en homologación estadounidense. Lo único que en aquel entonces disponía de unas cifras similares era el Model S de Tesla, recién llegado al mercado el año anterior y que disponía de 335 kms de rango en su versión básica de 60 kWh, pero con un precio varias veces superior al vaticinado por Akersson. Por lo que evidentemente, algunos medios estadounidenses no le creyeron. Ya que esas cifras tal y como describía el propio CEO de GM serían “un lanzamiento directo hacia la luna”.
En aquel momento General Motors estaba en el candelero por muchos otros motivos, como la llegada de Mary Barra tras la renuncia de seguir en el cargo de Akersson, la entonces reciente eliminación de Chevrolet en Europa o el cierre de la fabricación en Australia, por lo que estas declaraciones se tomaron más como un intento de provocar publicidad positiva que como un anuncio real.
Pero para poder llegar a esas cifras tan solo había un problema a resolver, la capacidad de las baterías, y ahí es donde realmente se vuelve interesante el proyecto Bolt. Ya que como bien sabemos ahora, las palabras de Akersson estaban basadas en hechos tangibles, aunque es bien desconocida la historia que hay tras el desarrollo del modelo.
Cuando Akersson reveló en 2013 las intenciones de lanzar en Bolt, General Motors se encontraba demandando precisamente a una pequeña empresa tecnológica de Newark, California, cuyo cometido principal era precisamente la investigación y desarrollo en el área de las baterías. Esta empresa, llamada Envia Systems, recibió una fuerte inversión de GM en 2011 para el desarrollo de un nuevo tipo de batería con mucha mayor densidad energética que las convencionales y a un precio notablemente inferior. Como se ve en la imagen de archivo de Envia esta ya anunciaba en su web exactamente similares y sorprendentes datos como los que Akersson reveló en 2013.
Pero en ese momento, el acuerdo firmado en 2012 ya se había roto y GM afirmaba en sus demandas judiciales que la empresa había tergiversado los hechos durante la firma del mismo. De las baterías prometidas no se sabía nada, y por si fuera poco, uno de los socios fundadores e ingeniero responsable de la nueva tecnología, cuyo origen ya había provocado otra demanda anterior de la empresa en la que este trabajaba anteriormente, abandonaba Envia Systems poco después. Ante estos hechos, GM tan solo afirmaba que el nuevo proyecto de vehículo eléctrico contaba con dos líneas de investigación con distintos proveedores, por lo que el proyecto seguía adelante, sin más datos.
La respuesta llegaba al siguiente verano, cuando LG Chem anunció finalmente el desarrollo de una nueva tecnología de baterías que permitiría un rango de autonomía de unas 200 millas y que estaría lista para su producción en 2016. Aunque no especificó para que vehículos pudiera estar desarrollándolas, lo cierto es que la mayoría de los medios automáticamente lo asociaron al proyecto de General Motors, y no solo porque LG fuera proveedor de las marcas de GM, sino porque los datos concordaban con el anuncio de Akersson del año anterior.
Este fue el primer signo definitivo no ya de la llegada del nuevo Bolt EV de producción, sino de la evidencia palpable de la existencia del proyecto, al que muchos todavía consideraban humo. Sin embargo, medio año después, en enero de 2015 Chevrolet presentaba el Bolt EV concept, zanjando definitivamente todas las dudas que se habían generado en los meses anteriores.
En cuanto a Envia Systems, no solo sigue activa, anunciando su nueva tecnología de baterías, además recibía una fuerte inversión de la USABC, organización formada por los tres grandes fabricantes estadounidenses, Ford, Chrysler y GM, precisamente para el desarrollo de nuevas tecnologías de baterías. Aunque desconocemos si realmente las baterías que anuncian en su apartado de productos ya están instaladas en algún aparato, y sobre todo, que pasó con las que habían firmado previamente con GM.
Casualmente, el anuncio de la inversión de la USABC, 7,7 millones de dólares, era realizado en julio de 2014, a la misma vez que el anuncio de las nuevas baterías de LG Chem.
Lo que sí sabemos es que en breve, tanto Chevy como Opel estrenarán en sus concesionarios los nuevos modelos eléctricos con baterías firmadas por LG, e incluso Vauxhall ya se encuentra haciendo números para estudiar la introducción en Gran Bretaña de su propia versión.
Otra de las curiosidades del Bolt es su propia plataforma. Generalmente, los fabricantes suelen emplear distintas plataformas para diversas gamas de producto, siendo la piedra angular del desarrollo de cada modelo. Es normal que todos los modelos de dimensiones similares empleen la misma plataforma dentro de una marca o un grupo, formando familias de modelos cuyo origen común es la plataforma en la que están basados, sin embargo, el nuevo Bolt no está actualmente relacionado con ninguna plataforma ni familia de modelos existente en ninguna marca de GM.
Aunque inicialmente se le atribuía pertenecer a la familia Gamma II, nombre de la plataforma que emplean modelos de tamaño similar, como los Chevrolet Spark, Buick Encore u Opel Mokka, lo cierto, es que la propia GM ha desmentido tal cosa recientemente, afirmando que el Bolt no comparte ni elementos ni plataforma con esta familia de modelos, y lo que es más llamativo, la plataforma que emplea ni siquiera tiene nombre. Al menos oficialmente.
Concretamente, era normal escuchar que el nuevo Bolt estaba basado en la última generación de la plataforma Gamma, denominada G2SC y que dará vida a los próximos Chevrolet Sonic y el Opel Corsa F. Sin embargo, recientes declaraciones de varios portavoces de GM a GreenCarReports afirman lo contrario, ya que según la marca, "El programa Bolt EV se originó en la arquitectura Gamma, pero luego creció hacia su propia arquitectura—incluso manteniendo el mismo código G2."
Inicialmente se pensaba, que el código de proyecto del Bolt era G2KCZ, que se traduce como segunda generación de la plataforma Gamma (G2), carrocería hatchback (K), Chevrolet (C) y eléctrico (Z). Sin embargo, según GM esta designación no es la correcta, que por el momento parece que o bien no existe o bien GM prefiere no revelarla. La respuesta de la corporación ante el nombre de la plataforma es un sucinto “normalmente no revelamos los códigos internos de proyectos”.
Por último, su propio nombre también causó varios dolores de cabeza a algunos departamentos de General Motors, ya que le fue denegada la patente de esa denominación hasta en dos ocasiones.
Ese nombre ya había sido registrado anteriormente por dos empresas, un fabricante de cabinas para camiones y remolques, Bolt Custom Trucks, y Yamaha. Que lo empleaba para nombrar uno de los modelos de su filial norteamericana Star Motorcycles, dedicada a comercializar modelos del segmento cruiser para competir con Harley-Davidson en su mercado.
Sin embargo, Star Motorcycles está próxima a desaparecer y todos sus modelos están ya disponibles desde el propio catálogo rutinario de Yamaha.
El próximo lanzamiento del Bolt sugiere que GM ha logrado llegar a algún tipo de acuerdo con estas compañías, aunque lo cierto, es que ya desde su presentación, la denominación Bolt, no fue bien recibida por su extremo parecido con el nombre Volt, el Chevy eléctrico de rango extendido.