Se compra un Corvette y por no asegurarlo lo guarda en su garaje 45 años

El Corvette 454 de 1972 en su garaje.

En el mundo del coleccionismo y la arqueología del motor abundan las anécdotas, tantas y variadas como lo son sus propios protagonistas y muchas de ellas muy reseñables. En los últimos tiempos hemos podido descubrir algunas historias muy llamativas y otras bastante absurdas, esta podríamos decir que pertenece a este segundo grupo, ya que es bastante incomprensible.

El Chevrolet Corvette C3 convertible de las imágenes es un ejemplar bastante deseable, pues no solo es uno de los modelos anteriores a la Crisis del petróleo de 1973 y por tanto no cuenta con los anémicos V8 que se montaron posteriormente en el modelo, sino que esta unidad cuenta precisamente con una opción mecánica muy rara y destacable, el V8 de 454 pulgadas cúbicas, un V8 big-block de 7.44 litros, por lo que podemos decir que este ejemplar, como vehículo de colección, no es un Corvette C3 de 1972 más.

Su historia es bastante peculiar, pues a pesar de su evidente y avanzada edad, este ejemplar apenas cuenta con kilómetros en su marcador. Pero al contrario de los habituales barn-find que solemos ver en los Estados Unidos, los motivos que han llevado a que esta unidad haya languidecido durante décadas en el garaje no son los habituales olvido o deseo de preservarlos, sino algo tan simple como no querer pagar su seguro obligatorio.

El motor V8 454, la verdadera estrella del modelo.

Su propietario, Jim Kevan, lo encargó nuevo en el concesionario en 1972 cuando solo tenía 22 años. Una vez tuvo el vehículo en casa procedió a asegurarlo, pero cuando descubrió que la póliza anual tenía un valor muy alto por ser un deportivo de tremendo potencial, 1.200 dólares al año (el vehículo había costado nuevo 6.200 dólares), decidió no asegurarlo, lo cual no ha hecho jamás. De ahí que el vehículo apenas haya sido usado durante todo este tiempo, solo cuenta con 967 millas en su marcador, unos 1.556 kilómetros.

Absurdo pero cierto. Jim Kevan ha tenido durante nada menos que 45 años un impresionante Corvette V8 454 guardado en su garaje sin poder usarlo debidamente, tan solo lo ha conducido en pequeños paseos (evidentemente procurando además que jamás fuera interceptado por la policía) en zonas sin tráfico durante este tiempo.

¿Por qué no lo aseguró más tarde?, según Kevan, quiso esperar a cumplir 25 para que el seguro fuera algo más económico, pero a esa edad ya se había casado y tenía hijos, así que el gasto del seguro (además del propio mantenimiento del ‘Vette) se convirtió en algo superfluo, por lo que nunca llegó a hacerlo.

El interior es la zona mejor preservada.

Hoy lo sigue guardando, sin demasiados cuidados a tenor del polvo que atesora, a la espera de que por su edad y escaso kilometraje pueda venderlo por un alto precio. Lo cual básicamente ya ha conseguido, aunque por lo que comenta no tiene intenciones aún de venderlo.

Para rematar la faena, esta no era realmente la versión que deseaba comprar en su día. El plan original de Kevan era encargar un Corvette equipado con el pack ZR1, del que solo se llegaron a ensamblar unas 20 unidades del modelo 1972 y que dispone hoy de un precio astronómico en comparación con el del V8 454. Pero, lamentablemente, el vendedor del concesionario le logró persuadir de su intento original y le aconsejó el 454, que costaba solo 1.000 dólares menos.

Fuente: Hot RodFotos: Hot Rod