Los Chevrolet Corvette C7 se acumulan en los concesionarios a la espera del nuevo C8

Chevrolet Corvette C7.

Las estadísticas de ventas de todas las generaciones del Chevrolet Corvette son similares. En los primeros años la demanda supera con mucho a la oferta y los clientes se agolpan en los concesionarios para firmar unidades que tardarán meses en recibir. Una vez pasada la fiebre inicial por cada nueva generación, las ventas del modelo se estabilizan para caer en picado al final de la vida comercial del modelo.

Actualmente, a pocos meses ya de la llegada del nuevo Chevrolet Corvette C8, la generación C7 del deportivo está firmando sus peores resultados de ventas. Durante el pasado mes de enero tan solo se comercializaron en los Estados Unidos unas 800 unidades, lo que supone la cifra mensual más baja lograda por el modelo desde su lanzamiento en 2013. Aunque esa no es la cifra más llamativa que hemos visto del modelo estos últimos días.

Según informan algunos medios estadounidenses, el inventario del Corvette C7 en los concesionarios ha aumentado hasta nada menos que 9.000 unidades en todo el territorio estadounidense, su principal mercado de largo, cifras que están muy por encima de las previsiones de ventas más optimistas del modelo.

Chevrolet Corvette C7.

A modo de ejemplo, hasta la fecha se han comercializado unos 177.000 ejemplares del modelo y el año pasado no fue capaz de alcanzar (por primera vez desde 2013) las 19.000 unidades anuales, por lo que las 9.000 unidades que se agolpan hoy en los concesionarios estadounidenses se nos antojan demasiadas. Sobre todo teniendo en cuenta que el número no deja de crecer y no parece que esta tendencia vaya a cambiar pronto.

Curiosamente, el motivo no es otro que la inminente llegada de la nueva generación del Chevrolet Corvette, lo cual tiene una consecuencia directa en el descenso de las ventas (los aficionados del modelo están a la espera de hacerse con uno de los nuevos C8) pero también en el aumento del stock de las unidades no vendidas debido al sistema de pedidos del Corvette, que premia o penaliza a los concesionarios por sus pedidos anteriores. De ahí que los concesionarios sigan aceptando pedidos y sigan almacenando unidades para poder tener acceso a las unidades de la nueva generación, de la que saben a ciencia cierta que contarán con gran demanda en un futuro próximo.

Aunque todavía no hay fechas anunciadas, se espera que la producción del actual Corvette C7 frene o se detenga momentáneamente en algún momento de mediados de este año, para poder iniciar la producción del nuevo Chevrolet Corvette C8, que será ensamblado en la misma planta de Bowling Green. Por lo que es más que probable que las unidades almacenadas sean las únicas disponibles durante un tiempo.