El Chevrolet Corvette C8 está siendo todo un éxito, pero no por el motivo que esperas

Ya hemos cerrado 2020 y con él finaliza el primer año (casi) completo de la producción de la nueva generación C8 del Chevrolet Corvette, que como ya te hemos contado con todo detalle recientemente, pasará a los libros de historia del modelo como uno de los model years más convulsos y accidentados del deportivo estadounidense. Por lo que ya podemos analizar los resultados del estreno de esta nueva generación, que han sido bastante buenos, e incluso en algunos aspectos mucho mejor de lo esperado.

Aunque el nuevo Corvette de motor central salió a la venta en 2019, la producción no pudo comenzar hasta enero de 2020. Por lo que las cifras de este año han sido fruto de las ventas y reservas de varios meses más. Incluyendo las de los concesionarios que llevaban años aceptando depósitos para esta nueva generación, mucho antes de que esta fuera siquiera anunciada. En total, a pesar de los numerosos retrasos y parones que sufrió la factoría que ensambla el Chevrolet Corvette 2020, fueron entregados un total de 21.626 unidades el año pasado.

Estas cifras no son las mejores del modelo y podían haber sido más altas, pero tampoco son tan malas como se esperaba a principios del año pasado, cuando General Motors detuvo la factoría de Bowling Green y durante varias semanas se creyó que no se iba a reanudar la producción del modelo 2020 para dar paso en la cadena de montaje al ensamblaje de unidades correspondientes al modelo 2021. Lo que como ya sabemos no tuvo lugar.

Cifras positivas

Aunque las ventas del modelo fueron bastante buenas, sobre todo teniendo en cuenta el elevado número de reservas que siguen activas y la elevadísima cotización que tienen los ejemplares fabricados en el mercado de ocasión, el resultado más positivo del nuevo Chevrolet Corvette 2020 no ha sido su número de clientes, sino la procedencia y la edad de estos.

Según ha confirmado Chevrolet recientemente, nada menos que dos tercios de los usuarios del deportivo son clientes nuevos para la marca. Aunque esto solo pueda parecer una curiosidad estadística, lo cierto es que se trata de uno de los principales objetivos de General Motors, que lleva ya muchos años tratando de reducir la edad media de los clientes del Corvette. Hasta la generación anterior, la mayoría de los usuarios del deportivo tenía una edad superior a los 55 años, lo que es preocupante para cualquier producto de volumen como el Corvette. Ya que significa que en pocos años sus clientes van a desaparecer o dejar de conducir y por tanto no adquirir nuevos ejemplares.

Esto ha sido un objetivo prioritario para el departamento responsable del Corvette en los últimos años y uno de los motivos que propició que los ejecutivos dieran luz verde al desarrollo de la nueva generación de motor central. Por lo que GM pueden estar muy contentos con el resultado. Por ahora no hay datos estadísticos fiables, pero algunos concesionarios ya han advertido en los últimos meses un descenso notable en la edad media de los clientes del nuevo Corvette C8, apuntando incluso que sus clientes de más edad no se han interesado por el nuevo modelo de motor central.