El prototipo del Corvette ZR-1 descubierto abandonado en un desguace
Esta es realmente una pieza muy rara y destacable, uno de los dos únicos supervivientes conocidos del desarrollo del Corvette ZR-1 'The King of the Hill'. Empleado para diversos tests por Lotus y GM, logró sobrevivir milagrosamente hasta nuestros días al aparecer abandonado en un desguace.
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Publicado: 23/12/2017 20:00
En 1990 Chevrolet volvía a emplear las siglas ZR-1 tras casi 20 años en desuso, aunque el motivo era de peso, pues fueron destinadas a la versión más prestacional, potente y avanzada en años del Corvette. El proyecto fue bautizado ‘The King of the Hill’, apelativo que se le sigue aplicando a esta versión del Corvette de cuarta generación a día de hoy.
El objetivo era desarrollar una versión capaz de enfrentarse a los mejores deportivos europeos del segmento, frente a los que palidecían las versiones regulares del Corvette. Para lo cual, General Motors empleó por primera y única vez hasta la fecha a un consultor externo, Lotus. La compañía británica, que cuenta con una merecida fama en este campo, acababa de ser adquirida por GM y se le encomendó la tarea de evolucionar tanto el motor como el bastidor de esta nueva versión.
El ejemplar de vibrante color Medium Blue Metallic de las imágenes es precisamente uno de los prototipos empleados por Lotus para su desarrollo en Hethel, aunque luego fue también testado por Chevrolet en la pista de pruebas de la compañía en Milford. Este es uno de los solo dos prototipos supervivientes del C4 ZR-1 que se cree que han sobrevivido hasta nuestros días, y su historia, como no podía ser de otra manera, es muy llamativa.
Este prototipo pertenecía a una serie de 25 unidades fabricadas en julio de 1987 y estaba identificado con el código EX5023. En aquel momento, tan solo se conocía a esta versión por el nombre en clave ‘The King of the Hill’, ya que la marca aún no había decidido emplear las clásicas siglas ZR-1, empleadas tan solo una vez y durante muy poco tiempo, para denominar un paquete opcional que configuraba el Corvette C3 con especificaciones más propias de competición.
Su primer destino fue Lotus en Hethel, donde tuvo el cometido de servir como banco de pruebas del modelo y de calibración del motor, así como de las emisiones. Tras su paso por Gran Bretaña retornó a los Estados Unidos, donde Chevrolet lo empleó durante un tiempo en el complejo de pruebas de General Motors en Milford.
Como es lógico, poco se sabe realmente de la vida de este prototipo mientras fue empleado para el desarrollo del modelo, pero sí se conoce la fecha en la que GM decidió eliminarlo, como suele hacer con la inmensa mayoría de prototipos de pruebas una vez terminan su función, fue enviado para ser achatarrado en algún momento de 1990. Sin embargo, por algún motivo nunca fue desmantelado y terminó apareciendo en un desguace donde había estado abandonado durante años. No se sabe como llegó allí ni el tiempo exacto que permaneció a la intemperie, pero se cree que fue durante un largo período de tiempo.
Milagrosamente, alguien lo descubrió y no solo lo rescató sino que en los últimos años ha logrado devolver este prototipo olvidado a su mejor estado, aunque no sin antes haber tenido que someterlo a fuertes reparaciones, que incluyeron tener que buscar algunas pocas piezas que ya habían desaparecido del modelo.
Afortunadamente, en el momento de su descubrimiento aún conservaba su chasis, motor y transmisión originales, así como con su esquema de suspensión intacto y gran parte de los paneles de la carrocería. Tan solo hubo que reparar el techo y encontrar algún elemento suelto de la zona trasera, que fueron tomados de un Corvette de pre-producción.
Como podemos ver en las imágenes se encuentra en gran estado de forma, tanto a nivel estético como mecánico y el interior se ve simplemente impecable, ya que en 2017 recibía una completa restauración interior. Lo que le confiere una imagen muy llamativa, totalmente en azul, tanto el exterior como el interior.
Peculiaridades
Gracias a su condición de prototipo inicial dispone de algunas peculiaridades únicas, propias de los prototipos de desarrollo pero que no llegaron a las unidades de producción en serie. Su interior es muy similar al de las unidades definitivas, no en vano ha recibido también en el interior varios tratamientos que incluyeron nuevos elementos, pero conserva su tablero de mandos original, idéntico al de resto de versiones del Corvette de la época, con sus formas cuadradas y separadas por bloques, pero con el cuentarrevoluciones que llega hasta las 8.000 rpm, en lugar de las 6.000 rpm que marcan el resto de versiones.
Su motor V8 LT5 es el original y es el bloque número 43 fabricado de esta versión. Desarrollado también por Lotus, es una evolución del motor V8 L98 de 5.7 litros pero ahora con 32 válvulas y 380 caballos. La transmisión es una caja manual ZF de 6 velocidades manual, idéntica a la que empleaban los ZR-1 de producción.
Las llantas de aluminio son también prototipos de las llantas ZR-1 que montaría más tarde el modelo de producción, que resultaban idénticas a las estrenadas en el Corvette 35th Anniversary Edition de 1988 y que montaban desde entonces el resto de versiones pero de mayor anchura en el caso de la trasera. Los neumáticos que aún monta este prototipo azul son unos rarísimos Goodyear Gatorback experimentales que cuentan con el aviso “Not For Sale” (no a la venta) en sus flancos.
Este ejemplar saldrá a subasta el próximo mes de enero en Kissimmee, Florida, donde cuenta con unas estimaciones que le apuntan un valor entre los 190.000 y los 225.000 dólares. Un precio muy superior incluso al de la nueva generación del ZR1 pero que no parece caro teniendo en cuenta que se trata de una verdadera pieza histórica prácticamente única.
Fotos: Mecum Auctions