La maniobra que no quería Europa: China apoyará a sus marcas como respuesta a las restricciones al comercio exterior

No es ningún secreto que China ha despuntado como fabricante de automóviles. Su industria ha crecido rápidamente en pocos años. Las fuertes inversiones y un mercado potencial de miles de millones de compradores ha disparado la oferta. Esa oferta apunta a Europa como próximo paso de conquista. El Viejo Continente teme la llegada masiva de vehículos y ante las malas perspectivas ya plantea posibles cargos a los fabricantes. China acaba de anunciar que dará apoyo a todas sus marcas para reducir el impacto de las medidas económicas.

A mediados de 2023 el Parlamento Europeo aprobó los protocolos para dar comienzo a una investigación contra China por posibles políticas contrarias al libre mercado. Europa acusa al Gobierno de Xi Jinping de promover un mercado a la baja con la intención de damnificar a las marcas europeas. Si bien numerosas voces se alzaron en contra de la investigación, incluyendo a algunos CEO de fabricantes europeos, todos temen una serie de contramedidas de la industria China. Varios fabricantes han abierto sus puertas a los investigadores de Europa, pero no todas se lo han tomado igual.

China arremeterá al resto del mundo facilitando la inversión y la exportación

La escala de tensiones va en aumento, aunque no será hasta finales de 2024 cuando salgan a la luz las conclusiones de la investigación. China no quiere esperar a ver las soluciones de Europa. Se prevén sanciones económicas o impuestos especiales a los automóviles producidos en el país. Estas medidas no sólo afectarían a los fabricantes locales, sino también a todas aquellas marcas que apuesten por derivar a China la producción con el objetivo de reducir costes. Audi y CUPRA ya han anunciado que fabricarán lejos de Europa coches que venderán aquí.

Si bien el Gobierno chino ya ha reconocido un exceso de oferta, muchas de sus marcas miran ya al exterior como forma de expandir su actividad empresarial. Europa se ha posicionado como un excelente mercado potencial. La industria europea no es capaz de responder a la intensa agenda de lanzamientos chinos y a muchas empresas les cuesta encontrar la rentabilidad y algunas ya han adelantado una ralentización en la estrategia. Muchas inversiones quedan pendientes ante un posible cambio de rumbo en el seno político de Europa. Las elecciones de verano determinarán si la agenda medioambiental sufre modificaciones y/o retrasos.

A pesar de que la estrategia europea puede cambiar, el Ministerio de Comercio de China ha asegurado que alentará a la industria automovilística a responder "activamente" a las restricciones del comercio exterior. Si bien anima a colaborar con empresas extranjeras, también ha dejado claro que ayudará a que los bancos chinos amplíen la flexibilidad de las inversiones y los gastos en toda la cadena del producto, desde la exportación al desarrollo de cadenas de suministro más efectivas. Por su parte, el Ministerio optimizará los procedimientos de exportación de vehículos y baterías.

Europa no es el único foco en el que China pone toda su atención. Estados Unidos también está discutiendo la implantación de posibles aranceles especiales sobre algunos productos procedentes de Asía, incluido, como no, los vehículos eléctricos. Sea como sea, está claro que el Gobierno chino está decidido a contrarrestar posibles sanciones negativas contra sus marcas. El país cuenta con fondos de apoyo casi ilimitados que son imposibles de igualar por parte de las marcas y los gobiernos europeos. Muchas marcas temen posibles medidas sancionadoras como respuesta a Europa.

Fuente: Automotive News China