Los japoneses asumen la pérdida del trono mundial en las exportaciones de coches frente a China, la clave no está en los eléctricos

Las marcas chinas no cesan en su empeño de conquistar el continente europeo, es una realidad en la que no cabe duda alguna. Los eléctricos son el arma más poderosa que tienen, capaces de fabricar miles de unidades y con unos precios de coste extremadamente bajos al dominar la tecnología de las baterías de larga autonomía. Otra cosa diferente es convencer al cliente europeo de que lo que compra no tiene nada que envidiar.

El país asiático quiere dominar todos los récords habidos y por haber, y uno de los que más le preocupaba era el de las exportaciones. A finales del pasado año, China se había fijado un importante objetivo, el de ser el mayor exportador de vehículos del mundo, un título que tiene en posesión Japón desde hace años y que pretendía arrebatarle, surgiendo un imprevisto con el que no contaban: la falta de barcos transportadores.

Europa no es destino de todas las exportaciones de coches chinos

Según un informe de una consultora mundial, esta situación podría haber dado un giro inesperado y haber consumado su récord. Fuentes de la Asociación de Vehículos de Pasajeros de China han señalado que «un número récord de automóviles ha pasado por la aduana de China» durante 2023 apuntando a nada menos que 5,26 millones de vehículos, mayoritariamente coches pero también se contabilizan camiones y autobuses.

Los chinos habían estimado que el país del sol naciente había acumulado hasta noviembre unos 3,5 millones de unidades, sin embargo el mismo organismo de Japón ha corregido esa cifra al alza, hasta los 3,99 millones. Fuentes japonesas admiten que, de ser cierto el número al que apuntan los chinos, el país habrá vuelto a ceder un trono mundial que ha ocupando años y que solamente perdió en 2016 frente a Alemania. Este país también fue superado por China en 2022, pero mucho más determinante es que las exportaciones del gigante asiático han aumentado de un millón de unidades en 2020 a casi cinco veces en tres años.

Rusia, tras las exportaciones récord de China

Una situación que tiene explicación y que no tiene que ver con los coches eléctricos que invaden Europa. La razón se halla en la guerra que mantienen Urania y Rusia, pues un elevado número de marcas japonesas, europeas y americanas detuvieron la producción en Rusia después de que se impusieron sanciones económicas al país, y de lo que se han aprovechado los chinos que controlan el 55 por ciento del mercado de coches en este país, un ocho por ciento más que en 2021.