China recula en su proteccionismo y facilita la implantación de fabricantes extranjeros en 2022
Los fabricantes de fuera de China tendrán mucha más libertad para implantarse en el mercado del país asiático a partir del 1 de enero. Podrán tomar el control de las joint-venture existentes hasta el 100% o implantarse por libre y sin alianzas.
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Publicado: 28/12/2021 22:00
A partir de enero de 2022 será más fácil para las empresas de automoción implantarse en el mercado chino. Para esquivar los aranceles de importación seguirá siendo necesario fabricar dentro de China, pero ya no será obligatorio asociarse con un fabricante chino existente. Las nuevas normas ya están publicadas.
Desde hace años, las compañías del sector del automóvil tenían que formar una joint-venture con una empresa china, como máximo al 50% del accionariado. Muchos fabricantes han utilizado esta fórmula, los principales fabricantes generalistas y Premium, y muy pocos han dejado de pasar por el aro -como Porsche-.
Mediante esta fórmula, se tenía que compartir el saber hacer y los beneficios con el fabricante chino, y esto ha permitido que la industria del motor china mejore una barbaridad en un plazo de tiempo relativamente corto. Pero China ha decidido eliminar parte de las barreras de entrada, y permitirá la propiedad total sin tener que hacer una joint-venture.
Existía un antecedente, la fundación de Tesla (Shanghai) Co., Ltd. en 2018, el paso previo a establecer la Gigafactoría de Shanghái sin tener que compartir tecnología ni beneficios con ningún socio. Al ser un fabricante de coches de nueva energía (eléctricos puros, pila de combustible de hidrógeno e híbridos enchufables) recibió una autorización especial.
Pero eso se aplica a fabricantes de automóviles ligeros y comerciales desde el próximo 1 de enero, por lo que los fabricantes occidentales, surcoreanos y japoneses tendrán vía libre para hacerse con el control de las empresas compartidas con fabricantes chinos. También puede funcionar al revés.
Los fabricantes chinos que más joint-ventures acumulan son BAIC, Changan, Dongfeng, FAW y SAIC, todos participados por el Estado. Un fabricante extranjero tenía un límite de dos joint-ventures, pero al revés daba igual. Por ejemplo, FAW produce coches de 12 marcas y trabaja para Audi, General Motors, Mazda, Toyota y Volkswagen.
Con este movimiento, a partir de enero los fabricantes chinos se quedan sin una red de seguridad que ha funcionado muy bien durante más de 25 años. Si los fabricantes extranjeros se empiezan a implantar por libre o toman el control de las JV, ya no habrá intercambio tecnológico ni participación en los beneficios.
Los gobernantes chinos, por otra parte, deseaban que su industria dejase de ser adicta a la relación de conveniencia con fabricantes extranjeros y empezasen a buscarse la vida. Hay cientos de fabricantes en China, más que nada por lo enorme de su mercado en volumen -el primero del mundo tras 10 años-. Algunos ya han tenido dificultades financieras serias.
Algunos fabricantes van a aflojar recursos financieros y dejar que los socios chinos tengan más parte del pastel. Es el caso de Daimler y BYD, que tienen una joint-venture para la marca Venza, BYD se quedará con el 90% y Mercedes-Benz con el resto. En sentido contrario, BMW se quedará con una mayor parte de la JV con Brilliance.
También hay ventajas para nuevos fabricantes para implantarse en el mercado chino, como puede ser el caso de Lucid Motors o Rivian Automotive, que han empezado a fabricar vehículos este año en Estados Unidos y tienen ambiciones internacionales. No tendrán que asociarse con nadie.
En este punto, la tecnología es fundamental. Para muchos fabricantes no ha sido plato de buen gusto proporcionar a fabricantes chinos sus conocimientos en motores, sistemas de producción, conducción semiautónoma, conectividad, ayudas a la conducción, etc. Según se vayan cambiando de manos las JV, cada cual tendrá que trabajarse lo suyo.
Algunas compañías chinas están en una posición mucho más favorable en ese sentido, y fabricantes como XPeng, BYD o NIO prometen bastante sin necesidad de ninguna JV. El próximo campo de batalla es el mercado internacional, donde los fabricantes chinos tienen una presencia simbólica salvo excepciones como Tesla. De ahí vienen los Model 3 y Model Y que tanto éxito están teniendo en Europa.