Las cifras de siniestralidad en España «son intolerables, hay que trabajar más y mejor»

La convocatoria anticipada de las elecciones generales ha hecho que el balance de la seguridad vial en España durante los últimos cuatro años y el análisis de los datos del último ejercicio se hayan tenido que adelantar.

Pere Navarro, director de la DGT, participó en un encuentro organizado por la Fundación MAPFRE, en el cual reconoció haberse enfrentado a una «legislatura complicada», pero «aprovechada a nivel de seguridad vial».

El año 2022 en las carreteras españolas nos dejó una cifra de fallecidos elevada, todavía provisional a la espera de la confirmación de los datos registrados en Cataluña. 1.746 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico, un 1 por ciento menos que en 2019 (9 fallecidos menos), en un contexto en el que los desplazamientos por carretera aumentaron un 3 por ciento.

De ese total, 437 fueron motoristas (un 6 por ciento menos frente al 2019), 348 fueron peatones (un 9 por ciento menos), 81 ciclistas y otras 8 personas iban en diferentes vehículos de movilidad personal. Estos últimos grupos son usuarios vulnerables y, a pesar de ver reducidas sus cifras, representaron la mitad de los fallecidos, algo inédito en nuestro país.

En el caso de las motos, llama la atención que representan el 15 por ciento del parque automovilístico y, a la vez, han supuesto el 25 por ciento de los fallecidos.

Lo que sí se vieron aumentadas fueron las cifras de fallecidos en carreteras interurbanas: un 3 por ciento más, mientras que en el ámbito urbano se redujeron un 8 por ciento. Llama la atención, de forma muy negativa, que el 11 por ciento de los peatones fallecidos, 134, fueron atropellados en plena carretera.

España, con una tasa de 37 fallecidos por cada millón de habitantes, deja a nuestro país entre los referentes a nivel europeo: la media en la UE es de 46, y solo mejoran nuestras cifras Suecia, Dinamarca y Alemania.

Camino hecho por la DGT…

«Es momento para la reflexión, hacer balance y reconocer con valentía que las cifras actuales de heridos graves y fallecidos son a todas luces intolerables. Y esto significa que hay que trabajar más y mejor», asegura Julio Domingo Souto, director general de la Fundación Mapfre.

En su intervención, el director de la DGT Pere Navarro ha destacado las iniciativas llevadas a cabo por su equipo en estos últimos cuatro años de legislatura. Como por ejemplo, la reducción de 100 a 90 km/h en carreteras convencionales, lo que redujo en un 10 por ciento los fallecidos en este tipo de vías en un año, o la limitación a 30 km/h en la gran mayoría de calles en las ciudades.

La nueva Ley de Tráfico, la nueva Estrategia de Seguridad Vial 2030, las nuevas medidas para patinetes eléctricos, la regulación de la nueva señal V16 sustituta de los triángulos de emergencia (los cuales ya no serán de uso obligado en autovía y autopista desde este verano) o la app 'miDGT'.

En materia de educación, Pere Navarro destacó la aprobación de la LOMLOE, lo que ha permitido introducir la educación vial en las escuelas, así como la creación del Título de Técnico Superior en Formación para la movilidad segura y sostenible.

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… y el camino por recorrer

«Invertir en seguridad vial nunca es un gasto, es una inversión, porque estamos invirtiendo en vidas humanas. Los datos anuales de víctimas no son números, son personas y familias. El modelo de sociedad de prisas debe contrarrestarse con un modelo de sociedad que reclama una movilidad sostenible y segura», asegura Mar Cogollos, directora general de AESLEME.

Aprovechando la presentación del balance de la DGT en esta legislatura, la Fundación Mapfre presentó un documento que presenta diferentes medidas que se deberían tomar para conseguir los objetivos de «Cero víctimas en la carretera» de cara a 2050:

• Apostar por la supervisión y vigilancia para mejorar la seguridad vial y prevenir siniestros.
• Fomento de la prevención, mejora de la atención psicológica a las víctimas y familiares, y vías más eficaces de comunicación entre el personal sanitario y la administración.
• Garantizar el diseño seguro y óptimo del estado de las carreteras, implantar planes específicos para carreteras convencionales.
• Implicación institucional y consenso político en temas de movilidad segura.
• Impulsar la concienciación y sensibilización en los nuevos conductores, formar a usuarios vulnerables y apoyar las nuevas tecnologías en seguridad vial.
• Inclusión del uso del teléfono móvil al volante como conducción temeraria.
• Pacto de estado necesario para la educación y la educación vial.
• Potenciar el ministerio fiscal, mejorar la atención a las víctimas en tribunales y mejorar los protocolos de atestados.
• Renovación del parque automovilístico, apostando por la tecnología para la prevención de los accidentes.
• Usar los datos para la evaluación de medidas y promover la investigación en movilidad segura.
• Compromiso político para dotar presupuestariamente todas estas medidas, así como recursos humanos y herramientas.

Fotos: Fundación Mapfre / DGT / Freepik