Las cinco estrellas EuroNCAP dependerán cada vez más de la tecnología de la seguridad activa
Los test de seguridad EuroNCAP cada vez son más estrictos para alcanzar la máxima puntuación. Las codiciadas cinco estrellas en seguridad cada día que pasa dependerá en mayor medida de los sistemas de seguridad activa por lo que la tecnología tendrá un papel aún mayor en el futuro.
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Publicado: 15/12/2015 19:00
EuroNCAP y la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA, el equivalente al organismo europeo en Estados Unidos) tienen previsto que los sistemas de seguridad activa cada día constituyan un papel más importante en la clasificación de la seguridad en los vehículos modernos.
Ya no basta solo con tener unos excelentes resultados de protección para sus ocupantes en caso de accidente -seguridad pasiva- sino que además serán clave las tecnologías que ayuden a evitarlos en la medida de lo posible.
Hace ya casi dos años, a comienzos de 2014, EuroNCAP estrenaba una nueva categoría de seguridad en la que incluía la eficacia de los sistemas de frena automática (EAB). En ella hace un análisis exhaustivo hasta qué velocidad el sistema de cada modelo probado es capaz de evitar una colisión con el vehículo que nos antecede, mitigar daños o sencillamente no le da tiempo a actuar.
Con esta nueva medición algunos modelos actuales se han quedado sin alcanzar las preciadas cinco estrellas de seguridad que antes si hubiesen conseguido como es el caso del nuevo Mazda MX-5. Los principales organismos de evaluación de la seguridad en los automóviles seguirán presionando a los fabricantes poniendo a prueba otros sistemas de seguridad activa.
Ya se ha anunciado que EuroNCAP evaluará en sus test los sistemas de reconocimiento de peatones para evitar atropellos y más delante seguirán analizando otros como el que nos mantiene en el carril en el que circulamos -que no es lo mismo que nos alerte de un cambio involuntario-, la llamada automática en caso de accidente -eCall- obligatorio en Europa a partir de 2018 y otras medidas que llegarán a estandarizarse con el tiempo.
Cuando los vehículos han llegado a tal grado de seguridad las evaluaciones deben ser más duras para que el cliente perciba con mayor precisión cuáles modelos son más seguros que otros. De lo contrario si los sistemas avanzan y los test no, al final cualquier vehículo terminaría por poseer la máxima puntuación y eso de poco sirve al cliente final para comparar.
Además, el endurecimiento de las pruebas es la forma que tienen estos organismos de presionar a los fabricantes para perfeccionar la eficacia de los sistemas de seguridad y seguir investigando en el desarrollo de nuevas tecnologías, que sirven al fin y al cabo para salvar vidas, en la lucha por ser el vehículo más seguro de su categoría.
En cuanto a la seguridad pasiva los cánones de mediciones serán también más exigentes con dummies cada vez más avanzados no sólo en su composición sino también en su forma. Las nueva generación de estos muñecos de prueba a escala real que simulan el cuerpo humano contemplan diferentes ocupantes de vehículos dependiendo de su talla, peso y altura. De esta forma se ajustan con mayor precisión a las repercusiones en un ser humano real.