Dacia obliga a Citroën a replantearse el C4, entre la espada y la pared y con un plan Cactus lleno de problemas

Que Citroën esté pensando en un nuevo Cactus es un medidor muy claro de cómo se encuentra la industria del automóvil. La marca de los dos chevrones se enfrenta a un inesperado dilema, en el que un futuro C4 es protagonista indiscutible y que había descartado por completo. Un movimiento que tiene varios frentes e importantes consecuencias.

Dacia obliga a Citroën a replantearse el C4, entre la espada y la pared y con un plan Cactus lleno de problemas
El - Citroën

5 min. lectura

Publicado: 06/01/2025 14:00

Que los planes de los fabricantes de coches se vienen abajo como un castillo de naipes es algo que ocurre con suma facilidad. Un ejemplo es el de Citroën que, desde el pasado año, estaba convencida de que podía renunciar perfectamente a una nueva generación del C4 y ahora duda de que sea acertado hacerlo.

Los franceses creían que con los dos Aircross tenían suficiente para cubrir la ausencia del compacto. Pero, está claro, que pensar en rescatar al Cactus es síntoma de que algo importante está ocurriendo y así es. Solamente este movimiento ya es un indicador claro del estado en el que se encuentra la industria del automóvil, repitiéndose una historia pero con un importante matiz.

Citroën C4
Dos generaciones del Citroën C4. Arriba, la segunda de 2011. Abajo, la primera de 2004.

Citroën no encuentra dónde recortar ni en un futuro Cactus

El C4 Cactus llegó en un momento de colapso, y en el que Citroën demostraba que era posible un compacto atractivo y bien equipado por poco dinero. Un 5 de febrero de 2014 se estrenaba un crossover con un formato completamente nuevo, a consecuencia de una segunda entrega del C4 muy costosa, y después de una primera generación que fue un auténtico éxito.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

Aquella primera entrega, en la que las carrocerías de tres puertas todavía tenían tirón, se convirtió en un filón en ventas. Pero en la segunda entrega, ese éxito se desvaneció por completo al escalar en precios y limitar la oferta a la carrocería de cinco puertas, por lo que la permanencia en la categoría pasaba por reformular esta apuesta.

El Citroën C4 Cactus arrasó al contener los costes, fruto del uso de una plataforma para utilitarios y muy antigua. Esta es la única diferencia comparado con el C4 actual, pues usa una arquitectura del segmento B pero moderna. Una CMP que ahora se ha transformado en la «Smart Car» y que volverá a compartir con el C3 si se le da luz verde a un nuevo C4.

Dacia y Europa marcan el futuro del Citroën C4

El gran problema es que Citroën ya no puede rebajar su categoría mecánica, por lo que en este apartado ya no puede reducir costes. Pero abandonar la categoría puede suponer un importante varapalo frente a una Dacia que está cada vez más cerca de entrar en este segmento. El nuevo Bigster es uno para el que tienen dos armas con los que contrarrestar su efecto, los C3 Aircross y C5 Aircross, pero ninguno cuando llegue el futuro Dacia compacto.

La electrificación, más sencilla o total, también influyen notablemente en los costes que, obligatoriamente, el cliente tiene que pagar e irán a más al necesitar perfeccionar los sistemas para superar los nuevos límites de Europa que llegarán en el futuro como la norma Euro 7. Recortar en los precios se hace imposible, con un factor más en contra: los del C3 Aircross y el C4 ya están prácticamente a la par.

La generación actual de este último es más un crossover, por lo que quizás un potencial éxito sería restarle distancia de la carrocería al suelo y reconvertirlo en un turismo convencional, como lo fue la segunda generación del C4. Citroën tiene una decisión muy complicada y con importantes desventajas.

Este artículo trata sobre...

Pixel