El jefe de Citroën explica los motivos clave en la valiente decisión del ë-Berlingo
Apenas recién estrenado 2022, Stellantis anunció la primera gran sorpresa del año: el gigante eliminó las versiones de combustión de sus modelos comerciales, apostando todas las cartas a las furgonetas eléctricas. Uno de los principales líderes del mercado se lo jugaba todo al Citroën ë-Berlingo. Hoy, la marca explica cómo afrontó tan valiente decisión.
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Publicado: 21/10/2022 13:00
2022 se estrenó con una noticia sorpresa, la decisión de Stellantis de retirar del mercado todas las versiones de combustión de sus modelos comerciales, apostando todo a las variantes eléctricas de los Citroën Berlingo, Peugeot Rifter y Opel Combo Life en versión turismo. Una estrategia impuesta por el gigante franco-italiano que apenas unos días después puso en pie de guerra a los concesionarios alemanes, no contentos con una decisión que ni siquiera se les había preguntado.
Una bomba que para las marcas protagonistas era todo un desafío, el convencer a los clientes de las ventajas de la movilidad eléctrica, mientras que para las competidoras toda una oportunidad de aprovecharse de la nueva situación. Ahora, Vincent Cobee ha reconocido que aquel cambio supuso todo un reto, explicando por qué Stellantis se lanzó a la piscina con aquella decisión. Citroën era una de las tres marcas afectadas en esta decisión y la que más arriesgaba.
Las ventas del Berlingo superan las de los Rifter y Combo Life
A pesar de ser tres modelos gemelos técnica y mecánicamente, la personalidad más moderna del modelo de la marca de los dos chevrones es más atractivo para los clientes, lo que se traduce en unos grandes volúmenes de unidades. Los estudios internos ya percibían un cambio en la mentalidad de los clientes, más convencidos de la electrificación y con un claro giro en las tendencias de ventas hacia esta tecnología, y al que se sumó también la gran falta de microchips, sin existencias para fabricar todos los modelos.
Cobee ha señalado que contaba con pedidos del Berlingo para nueve meses, pero que la crisis de los microchips y las complicaciones que se venían encima con las nuevas regulaciones de emisiones de CO2 fueron la verdadera puntilla para afrontar tan importante cambio, señalando que «Seamos honestos, no tenemos suficientes chips para fabricar todos los autos. Entonces, si tenía que haber un momento en que pudiéramos hacerlo, tal vez ese fuera el momento adecuado».
Lógicamente, Citroën sufrió enormemente a la hora de convencer a los clientes para cambiar sus pedidos de la Berlingo a la ë-Berlingo, pero el francés ha señalado que el tiempo ha confirmado que se encuentran en el camino correcto, gratamente sorprendidos por el comportamiento que la furgoneta eléctrica está teniendo, «la penetración del EV Berlingo es más alta de lo que podríamos haber previsto».