Si vas a Francia, no te puedes perder el CitroMuseum y sus ¡120! coches
Gran parte del legado automovilístico de Francia lo acumula la marca Citroën, fundada hace 101 años, y que se caracterizó por un motorizador de todo tipo de conductores con vehículos ingeniosos y originales. El CitroMuseum es todo un homenaje a la marca.
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Publicado: 19/08/2020 21:00
Gracias a la iniciativa Citroën Origins podemos conocemos modelos más emblemáticos de la marca de los dos chevrones, algunos datos técnicos, imágenes, cómo sonaba la música de época o su claxon, su contexto histórico... Es una forma cómoda de conocer la marca desde casa sin tener que ir al Conservatorie de París.
Pero si no nos conformamos con eso y queremos ver coches en persona, una opción a considerar es realizar un viaje hasta Castellane, en la Provenza francesa. Allí encontraremos un museo de un particular que lleva coleccionando coches de la marca desde finales de los años 70. Una de las mejores colecciones de Citroën del mundo, el CitroMuseum.
Es un recinto cerrado de 2.500 metros cuadrados con una colección de en torno a 120 coches, todos del periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial y hasta entrados los años 90. La exposición se divide en tres partes: 2CV y derivados, DS y Traction Avant, y los youngtimers -clásicos más recientes-.
Henri Fradet es el artífice de todo esto. Comenzó a adquirir poco a poco modelos antiguos de la marca, pero no cualesquiera, sino unidades con muy bajo kilometraje y en buen estado, sin modificaciones, de forma que pudiesen exhibirse lo más cerca posible a su estado al abandonar la fábrica. Muchas unidades mantienen la pintura original todavía.
Frader no se limitó a comprar los coches, también se fue haciendo poco a poco con documentación técnica, recambios, automobilia, algún elemento de la época, decoración de concesionarios, etc. Cada vehículo que ha entrado en el museo lo ha dejado "niquelado" desmontando todo lo que ha hecho falta. Podrían salir a la calle a circular.
Eso sí, los coches no siempre entraron al museo con la ITV al día, algunos estuvieron parados mucho tiempo. Frader les cambió todos los líquidos, aceite, conductos de inyección, refrigeración... Así dejó en condición de museo coches que habían estado décadas sin circular. En su web hay varias galerías de fotos detallando restauraciones.
Una de las joyas de su exposición es el Citroën DS más antiguo que se conoce en buen estado, el número 32, visible en una plataforma giratoria en un claro homenaje al estreno de "la diosa" en el Salón de París del 6 de octubre de 1955. Fue uno de los coches más revolucionarios de su tiempo.
El museo es relativamente moderno, el primer edificio empezó a construirse en noviembre de 2003, y en menos de dos años empezaron a llegar los primeros huéspedes. Se levantaron otras dos naves en años recientes, y el proyecto del museo quedó completado con una réplica de una gasolinera Antar tal y como debería haber sido en los años 70/80.
De media, los coches de la colección tienen unos 20.000 kilómetros en el marcador. Encontramos alguna excepción, como un Citroën BX GTi 16 válvulas (16 Soupapes en francés) de 1989 con 53.141 kilómetros en el tablero. Al encontrarse el coche en perfecto estado, y al haberse fabricado casi 15.500, Frader acogió este coche en su seno.
En el extremo opuesto está un Xantia Activa V6 de 1997 con solo 1.580 kilómetros. Se trata de uno de los dos modelos de preproducción que se usaron para pruebas, y no se podía matricular legalmente. Se lo compró al Conservatoire de Citroën por 16.000 euros al ganarlo en subasta.
Para ir por carretera desde España lo más recomendable es atravesar la frontera de La Jonquera (Girona) y seguir la autopista en dirección Marsella-Cannes. Otra posibilidad es volar hasta Niza, alquilar un coche o recurrir al transporte público, aunque os recomiendo personalmente lo de conducir, son carreteras de escándalo.
Si por el motivo que sea no podéis desplazaros hasta allí, la web del museo incluye galerías de fotos de algunos modelos y algunos detalles de dónde han salido, qué se hizo para restaurarlos o el contexto histórico. Hay unos vídeos muy recomendables de Matthieu Turel, pero habrá que estar pendiente del francés (o los subtítulos) para enterarnos de algo.
El museo está abierto del 14 de abril al 12 de octubre, en un horario de 14:00 a 18:00 salvo julio y agosto, de 10:00 a 18:00. El precio de la entrada es irrisorio, 8 euros por cada adulto y 4 euros por cada niño. Su página web es www.citromuseum.com, puede consultarse tanto en inglés como en francés.