Clases de autoescuela presenciales y obligatorias, ¿sí o no?

El piloto Marc Márquez aprobó el examen teórico del carné de conducir con 18 años y 1 día (2011) - Fotografía: Box Repsol (Flickr) CC BY

Aunque España lleva meses con un Gobierno en funciones, el ente público que tiene competencias en materia de tráfico y seguridad vial -salvo en País Vasco, Navarra y Cataluña- sigue trabajando para llevar a cabo reformas legislativas cuando sea posible.

Una de dichas medidas es exigir a los alumnos que obtienen el permiso de conducir un mínimo de 8 horas de asistencia a clase, es decir, en autoescuelas, como requisito de la fase teórica. En caso de suspenso, serían necesarias otras 5 horas de formación antes de ir al segundo intento.

Eso podría aumentar el coste de obtener el permiso en aquellos casos en los que la matrícula de la autoescuela no incluya esas horas

Y en este punto es donde entra la controversia, no tanto por las horas de formación, sino por el formato, clases presenciales. En la actualidad las clases de formación teórica son totalmente voluntarias, lo que propicia que los alumnos se formen por su cuenta con libro o a través de medios telemáticos. O eso, o tiran el dado y se encomiendan a su memoria o a la suerte.

Fotografía: Autoescuela Miguel (Flickr) CC BY

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se ha pronunciado al respecto, y no a favor de la DGT. El ente regulador de la competencia cree que es positivo que las clases se exijan, pero no que sean presenciales, pues eso limita las opciones de la competencia y los derechos del consumidor-alumno.

"[...] la CNMC recomienda al Ministerio del Interior que valore posibles alternativas a la exigencia de que esta formación se realice de forma presencial". El dictamen de este organismo no es vinculante, así que la DGT puede tenerlo en cuenta o no, pero de momento lo está valorando.

La CNMC también estimó que las 5 horas obligatorias antes de ir otra vez al examen teórico pueden ser disuasorias y desincentivar a los alumnos. No estamos en un periodo precisamente de exceso de vocaciones en cuanto a nuevos conductores, pero ¿acaso no son disuasorias las clases prácticas en caso de suspenso que deberían darse? Ojo, no son obligatorias.

Alumnos realizando el examen práctico del carné de conducir

Según los datos del 2015, que no está tan lejos, casi la mitad de los aspirantes al examen teórico aprobaron "a la primera" (46,1%), el 10,8% lo logró a la segunda, el 5,8% al tercer o cuarto intento, el 1,7% con cinco o más intentos, y el 35,6% resultaron ser no aptos.

Los datos cambian bastante cuando se trata del examen práctico. Al primer intento solo una quinta parte de los alumnos aprobó (20,3%), el 11,8% lo logró a la segunda, tras abonar de nuevo tasas lo lograron a la 3ª o 4ª el 9,7%, los insistentes con cinco o más intentos bajaron al 3,2%, y el resto, 55%, suspendió.

En su momento, el director de la DGT, Gregorio Serrano, argumentó que los alumnos se presentaban a examen muy pronto y con una evidente falta de preparación. Y es que el examen de conducir no es tanto una cuestión de azar, sino de ir convenientemente preparado para la importancia que requiere dicho ejercicio.

La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), como no podía ser de otra forma, lamenta el informa de la CNMC por ser contrario a sus intereses y a los de la seguridad vial. José Miguel Báez, presidente de la CNAE, declaró a Europa Press con esta contundencia: "Lamento que la CNMC no valore salvar una sola vida humana".

Por otro lado, Automovilistas Europeos Asociados se ha mostrado a favor de la postura de la CNMC para evitar que las autoescuelas acaparen la formación de los nuevos conductores y dejen su trocito de mercado a las empresas de formación remota. En EEUU y Francia funciona el sistema dual, pero también hay mucha controversia sobre su eficacia.

La futura norma también rebaja la edad mínima exigible en España para la obtención del permiso de conducción de vehículos de transporte de mercancías y de viajeros por carretera; permite pedir online el permiso de conducción internacional y que las personas con discapacidad puedan obtener determinados permisos tras estudiar cada caso.