Indy 500Ajustada pole de Scott Dixon, con Álex Palou en la segunda fila

Ya había avisado, y Scott Dixon tiene tendencia a no ser traidor cuando avisa. La última pole del piloto neozelandés en la IndyCar Series databa de las 500 millas de Indianápolis de 2017, hace cuatro años, lo que no le ha impedido añadir dos títulos más desde entonces a una cuenta en la que ya acumula seis. Este domingo, Dixon ha vuelto a dar un golpe en la mesa al hacerse con la que es su cuarta pole en Indianápolis, un número que le pone a la altura de un selecto número de leyendas del óvalo, en una clasificación en la que su compañero Álex Palou logró superar las expectativas tras su accidente de ayer.

El veterano piloto de Ganassi tenía la iniciativa del último intento al marcar el mejor registro el sábado, y puso el martillo sobre la mesa con una impresionante primera vuelta de 232.757 millas por hora, reseteando 24 horas después la mejor vuelta de clasificación de los últimos 25 años. Pese a que su velocidad se resintió en la cuarta y última vuelta, su promedio de 231.685 millas por hora fue suficiente para hacerse con la pole position, igualando en poles de la Indy 500 a Rex Mays, A. J. Foyt y Hélio Castroneves, y estando solo por detrás de las seis de Rick Mears. Todos ellos lograron, al menos, tres victorias en carrera: Dixon solo ha catado la fría leche en 2008.

La espectacular clasificación de Colton Herta, que estuvo por encima de 231 millas por hora en sus cuatro vueltas, no fue suficiente (231.655), quedándose el piloto estadounidense a solo 20 milésimas de la que habría sido la pole más joven de la historia del evento. Por sorpresa, su acompañante en la primera línea será otro joven talento, Rinus VeeKay, que progresó diametralmente sobre su registro del sábado para colarse en tercera posición con un 231.511, un puesto por encima de su gran qualy de 2020. Del mismo modo, el jefe Ed Carpenter igualó casi a la milésima el registro de su pupilo, quedándose solo a cuatro milésimas de la primera línea. Un progreso imponente para el sempiterno equipo a temer de las cronometradas de Indianápolis, y el único que ha sido capaz de ir realmente rápido con los motores Chevrolet.

Para Álex Palou, esta clasificación no solo servía para ubicarse en parrilla, sino también para recuperar sensaciones tras su accidente, algo que probablemente consiguió. Pese a que su promedio de 230.616 fue ligeramente peor que ayer, la mayor caída de rendimiento de Hélio Castroneves le elevó a la segunda fila de la parrilla en sexto lugar, un puesto por delante de la frustrante clasificación del año pasado. El español fue también superior a los intentos de Ryan Hunter-Reay y Marcus Ericsson, los cuales completan la tercera línea con Castroneves en medio.

Con anterioridad, se vivió otro tipo de drama durante la pelea por ocupar la última línea de parrilla, con Will Power como gran protagonista. El piloto de Penske, ganador del evento en 2018, necesitaba un buen intento para descartar cualquier duda, pero su coche estuvo cerca de jugársela, y el australiano llegó a tocar el muro en la cuarta vuelta. Por fortuna para él, la pérdida de velocidad fue mínima, y Power partirá en la Indy 500 desde la penúltima posición, por detrás de un Sage Karam que aseguró su presencia en la carrera con algo más de solvencia.

Como se esperaba, el duelo decisivo tenía como contendientes a Simona de Silvestro y Charlie Kimball. Mientras que la piloto suiza fue capaz de replicar sus vueltas del día anterior para dar la clasificación al equipo femenino Paretta Autosport, Kimball fue incapaz de llegar al promedio de 228, quedándose fuera de la Indy 500 por primera vez tras 10 participaciones tras un fallido segundo intento final. Del mismo modo, R. C. Enerson logró alcanzar las 227 millas de promedio, pero Top Gun Racing no gozó de más recursos ni posibilidades de mejorar el rendimiento de su coche, pagando la tardía finalización del programa con la eliminación del novato estadounidense.

Esta noche tendrá lugar una sesión adicional de entrenamientos libres en la que los turbos volverán a su presión habitual, empezando a preparar el terreno para la carrera. Después de hoy, solo habrá una sesión de dos horas el próximo viernes antes de la disputa de una carrera en la que los equipos con motor Honda no tendrán tanta ventaja en tandas largas, en la que Ganassi cuenta con más armas que nunca para brindar a Dixon su segundo triunfo en la Indy 500, en la que Álex Palou aspirará a todo, y en la que Penske sufrirá más que nunca en el óvalo que su dueño posee desde hace 17 meses. En resumen, Indianápolis.

Fotos: IndyCar Media