5 claves para hacer una buena conducción preventiva
Llevar a cabo una buena conducción preventiva te evitará sufrir más de un incidente en la carretera. En este artículo hacemos un repaso a las 5 claves que debes tener en cuenta para poder hacer una buena conducción preventiva. Mantener una correcta distancia de seguridad, no superar los límites de velocidad, descansar correctamente y mucho más.
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Publicado: 07/09/2023 19:15
La Dirección General de Tráfico calculó a finales de junio que, a lo largo de la estación veraniega, se producirían casi cien millones de desplazamientos por carretera de considerable distancia. Durante una época de tanto movimiento en las autovías, es evidente que la cifra de accidentes se multiplica drásticamente. Escoger el mejor seguro de coche es fundamental para estar bien cubierto si pasa algo.
Pero, ¿sabías que puedes evitar los incidentes con un tipo de conducción en concreto? En efecto, nos referimos a la preventiva. El seguro sigue siendo imprescindible porque en ocasiones, ni siquiera la anticipación da pie a que no se produzca un hecho como la caída de granizo. Una reparación hecha por un varillero exigiría gastarse miles de euros, mientras que contando con un seguro que tenga esta cobertura tan solo deberías pagar la franquicia o únicamente la cuota anual.
Ciertamente hay incidentes como el que acabamos de describir que no pueden ser evitados de ninguna manera, obviando la posibilidad de dejar el coche a resguardo en un parking interior. Sin embargo, la inmensa mayoría sí puedes impedir que se produzcan conduciendo preventivamente. ¿Cómo hacerlo? Simplemente aplica las claves que mencionaremos a continuación.
Antes de profundizar en ellas, hay que decir que la conducción preventiva es básicamente una manera de desplazarse por las carreteras y autovías que se centra sobre todo en anticiparse a los posibles problemas. El objetivo es claro: poder reaccionar a tiempo para que no se produzca el accidente o, en caso de que termine sucediendo, los daños sean mucho menores.
Distancia de seguridad
Algunos de los coches que se venden hoy en día te avisan en caso de que no estés dejando la distancia de seguridad necesaria, pero si no cuentas con un modelo de los nuevos, tendrás que calcularla tú mismo. Has de saber que, en muchos casos, es insuficiente si lo que pretendes es conducir preventivamente.
Son numerosos los aspectos que pueden dar pie a que el conductor de delante frene bruscamente. Si antes hemos hablado de un hecho inevitable como es la caída de granizo, ahora toca sacar a colación otro que también cubren algunos seguros: la presencia de un animal salvaje en plena autovía. Si se cruza un jabalí, algunos conductores optarán erróneamente por dar un volantazo, pero lo que hay que hacer es frenar de golpe.
Si el conductor de delante elige la opción correcta y tú no has dejado la distancia de seguridad que requieren este tipo de situaciones, será inevitable que colisiones frontalmente con la parte trasera de su vehículo. A su vez, aquel coche que circulaba detrás de ti también se sumará a la colisión múltiple en caso de que, siguiendo tu ejemplo, no estuviera haciendo una conducción preventiva.
Velocidad
De poco sirve mantener una enorme distancia de seguridad si vas a una velocidad altísima. ¿Qué pasa si es a ti a quien se le cruza un jabalí? ¿Y si circulas a 70 km/h por ciudad y no ves que en un paso de peatones hay una persona tratando de llegar a la otra acera? Esta última situación descrita es frecuente sobre todo si el inicio del paso de cebra es tapado por una furgoneta, un contenedor u otro elemento que suponga un obstáculo visual.
En definitiva, los límites de velocidad se establecen en gran medida para que puedas evitar este tipo de situaciones. Si los excedes, tu margen de reacción se verá reducido drásticamente.
Estado de la vía y condiciones climatológicas
Tanto la velocidad como la distancia de seguridad son dos aspectos que hay que adaptar en función de diversos factores. Uno de ellos guarda relación con el estado en el que se encuentra la vía.
En líneas generales, las autovías españolas se encuentran bastante bien asfaltadas. Por desgracia, no es el caso de ciertas carreteras, sobre todo las secundarias. Si circulas por una de ellas, aunque la velocidad que marcan los discos sea de 100 -por ejemplo-, no dudes en ir un poco más lento para hacer una conducción preventiva.
Lo mismo hay que decir si, circulando por una autovía en la que puedes conducir a 120 km/h, empieza a llover. La distancia de seguridad que deberás dejar será mayor, ya que necesitarás más metros para que el coche frene por completo.
Visibilidad
La visibilidad es otra clave importantísima en lo que respecta a la conducción preventiva. Es esencial que sea óptima, así que antes de iniciar la marcha asegúrate de que los espejos retrovisores están bien colocados. Una buena limpieza de la luna delantera y trasera también se recomienda con tal de que nada te impida ver a la perfección otros coches, peatones y demás elementos.
Descanso
Tal vez creas que un buen descanso solo es necesario para una conducción preventiva que se realizará durante un viaje largo, pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que en desplazamientos de poca distancia también hay muchos imprevistos que pueden producirse, por lo que anticiparte a ellos solo será posible si te encuentras en plenas facultades a nivel físico y psicológico. Así pues, evita coger el coche si has dormido muy poco.