Donald Trump y Elon Musk, un dúo complicado que avergüenza a los clientes y reduce las ganancias de Tesla
Estados Unidos cuenta los días para sus próximas elecciones generales. Donald Trump y Kamala Harris se pelean por el Despacho Oval. Entre ellos se sitúa Elon Musk, sabedor de su gran poder y su amplia influencia.
Como cada cuatro años, si es que nada influye, el segundo martes después del segundo lunes del mes de noviembre será el día en el que cientos de millones de norteamericanos están llamados a las urnas. Las elecciones de 2024 están siendo una fuente inagotable de titulares, conflictos y declaraciones. Demócratas contra Republicanos, Kamala Harris contra Donald Trump. Las encuestas no dan un claro ganador, pero sí hay alguien que está perdiendo; Tesla. Muchos clientes se avergüenzan de la marca por culpa de su creador.
Si bien las proclamas políticas de ambos bandos apuntan a materias tan importantes como la economía, la educación o la sanidad, la movilidad también está teniendo su parte de protagonismo. Donald Trump, candidato republicano, quiere eliminar los objetivos medioambientales y de electrificación del parque de vehículos. El empresario y ex presidente adopta una posición más conservadora y defensora con respecto a la industria americana y más atacante frente a la oleada de llegadas procedentes de China. Ni que decir tiene que su rival aboga por todo lo contrario.
Elon Musk está a favor de Donald Trump y de su política anti-coches eléctricos
En Estados Unidos, Tesla tiene la hegemonía del mercado eléctrico. La compañía fundada por Elon Musk domina el mercado con puño de hierro, siendo California el estado donde más cuota de mercado presenta. Sin embargo, las declaraciones recientes de Musk han provocado un rechazo entre los clientes del oeste del país. Muchos se avergüenzan del comportamiento del empresario que, a pesar de lo que indica la lógica empresarial, defiende a Trump y ataca la movilidad eléctrica. La compañía podría perder numerosos ingresos.
Musk está claramente alineado con la mentalidad de Trump, de hecho, el magnate americano anima a todo el mundo a votarlo. Esta no es la primera vez que Musk supone un riesgo para la empresa que él mismo fundó. Numerosas declaraciones en el pasado han provocado el rechazo de muchos clientes y usuarios. Esto, combinado con algunas decisiones de difícil justificación, han provocado que el valor de las acciones de Tesla haya disminuido en los últimos tiempos. Hoy la cotización se sitúa en 227,87 dólares por título, en su mejor momento, en 2021, cada acción costaba 407,36 dólares.
Una encuesta realizada en Estados Unidos demuestra que los clientes de Tesla no se sienten cómodos con la posición adoptada de Musk, aunque las cifras demuestran que por el momento la influencia de la compañía no decae. Tesla mantiene el liderazgo del mercado con un 51% de cuota de mercado. Sin embargo, el deseo por la marca ha caído considerablemente. En el pasado mes de julio se alcanzó la cota más baja con apenas un 18%, frente al 39% del mes de enero. La degradación se ha acelerado tras la renuncia de Biden y la presentación de Kamala Harris como candidata demócrata.
Fuente: Civic Science