El coche eléctrico está cambiando el mundo y estas son 5 importantes consecuencias de ello
El transporte por carretera ha evolucionado con fuerza hacia la electrificación en los últimos tres años y ello genera, inevitablemente, que otros aspectos de la industria cambien en consecuencia. Estas son las cinco principales variables a las que se enfrenta.
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Publicado: 15/06/2023 13:00
En el último lustro, el desarrollo y la adopción de vehículos eléctricos han revolucionado la industria automotriz y están transformando gradualmente el panorama del transporte a nivel mundial.
A medida que la conciencia sobre la sostenibilidad y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero aumenta, el coche eléctrico se ha convertido en una solución clave para abordar los desafíos medioambientales y promover la transición hacia un futuro más limpio y sostenible.
Se necesitarán entre 24.000 y 57.000 millones de dólares en inversiones en plantas de baterías y componentes cada año para satisfacer la demanda
El crecimiento exponencial de los vehículos eléctricos está generando un impacto significativo en múltiples aspectos de la sociedad, desde la economía y la infraestructura hasta los mercados energéticos y la cadena de suministro. Y eso es precisamente lo que ha analizado el último informe de Bloomberg.
5 previsiones sobre un futuro con más coches eléctricos
En concreto, dicho estudio se centra en la evolución esperada de diferentes segmentos del transporte por carretera en las próximas décadas y su impacto en diversos aspectos, como los mercados petroleros, la demanda de electricidad, las baterías, los metales y materiales, la infraestructura de carga y las emisiones de gases de efecto invernadero. Y estas son sus conclusiones.
Las ventas de vehículos eléctricos seguirán aumentando
Se prevé que la participación de los vehículos eléctricos en las ventas de vehículos de pasajeros nuevos a nivel mundial se duplique a más del 30 % en 2026.
En algunos países nórdicos se espera que alcance el 89 %, mientras que en China sería del 52 % y en Europa del 42 %. Estas cifras son más optimistas que las proyecciones del año anterior debido a cambios en las políticas, especialmente en los Estados Unidos.
Llega el declive en las ventas de vehículos con motor de combustión
Las ventas de vehículos con motor de combustión alcanzaron su punto máximo hace seis años y se espera que disminuyan a largo plazo. La demanda de petróleo para el transporte por carretera también está cerca de su punto máximo.
Los vehículos eléctricos ya están reemplazando 1,5 millones de barriles de petróleo al día, y se espera que esta cifra aumente significativamente en los próximos años, lo que llevará a que la demanda de combustibles para carretera alcance su punto máximo en 2027.
La aceptación de los vehículos eléctricos en los Estados Unidos y Europa ya ha alcanzado su punto máximo, mientras que en China se espera que alcance su punto máximo el próximo año.
La demanda de petróleo de vehículos de dos y tres ruedas, así como de autobuses, también ha alcanzado su punto máximo, mientras que la demanda de automóviles de pasajeros lo hará en 2025. La transición de vehículos comerciales, como camiones pesados, llevará más tiempo debido a su dependencia del diésel.
Crecerá la inversión en fábricas de baterías
Se requieren grandes inversiones en todas las etapas de la cadena de suministro de baterías, si bien algunas áreas ya están adelantadas para cumplir con los requisitos de eliminar las emisiones para 2050.
Bloomberg estima que se necesitarán entre 24.000 y 57.000 millones de dólares en inversiones en plantas de baterías y componentes cada año para satisfacer la demanda. La inversión realizada en 2022 fue de 59.000 millones de dólares (unos 54.400 millones de euros).
El suministro de litio se convertirá en un riesgo
El litio es el componente de batería que más preocupa en términos de suministro, ya que la demanda aumentará 22 veces para 2050 en el escenario de Net Zero previsto por Bloomberg. Aunque el reciclaje de baterías ayudará, no se espera que contribuya significativamente hasta la década de 2030.
Sin embargo, existen avances tecnológicos, como las baterías de iones de sodio, que podrían reducir la demanda de litio en un 40 % para 2035 en comparación con el escenario base calculado. También se están desarrollando las baterías de estado sólido y diferentes variantes de ánodo.
Aumentará la demanda de electricidad a nivel global
El progresivo aumento en la adopción de vehículos eléctricos propiciará que, según las estimaciones, este tipo de medio de transporte contribuya aproximadamente al 14 % de la demanda mundial de electricidad para 2050 en el escenario de transición económica, y sólo al 12 % en el escenario Net Zero.
Esto se debe a que el Escenario Net Zero incluye el consumo adicional de electricidad para la electrificación de la calefacción, la industria y la producción de hidrógeno mediante electrolizadores en otros sectores.
Un nuevo escenario con nuevas oportunidades
Parece innegable que el coche eléctrico está comenzando a generar una transformación profunda y acelerada en múltiples frentes, desde el mercado automotriz hasta los sectores energéticos y medioambientales.
Es evidente que los vehículos eléctricos están ganando terreno rápidamente en todo el mundo, con previsiones optimistas de un aumento significativo en las ventas en los próximos años. Y esto tiene su impacto en los mercados petroleros, donde se espera que la demanda de combustibles fósiles alcance su punto máximo en los próximos años debido a la creciente adopción de vehículos eléctricos.
Esta transición hacia una movilidad más eléctrica plantea desafíos significativos pero también oportunidades para las empresas y los inversores, quienes deberán adaptarse y diversificar sus operaciones y carteras en consecuencia.
Uno de esos desafíos será la demanda de baterías de alta calidad y capacidad, que continúa aumentando. Si bien se han realizado progresos significativos en este ámbito, se requerirán esfuerzos continuos para garantizar una oferta adecuada y sostenible, particularmente en lo que respecta a metales como el litio, que se enfrenta a desafíos en cuanto a su suministro.
En última instancia, la adopción masiva de vehículos eléctricos no sólo tiene el potencial de revolucionar la industria automotriz, sino también de impulsar cambios positivos en múltiples escenarios y ámbitos. ¿Sabremos hacerlo con responsabilidad y conciencia social?