El coche en invierno: 7 claves para tenerlo a punto (y 2 prácticas imprescindibles para no estropearlo)
El invierno es la época más dura para un vehículo a motor, ya que sus partes móviles sufren especialmente el frío. Además, la conducción se puede complicar y debes estar bien preparado para las inclemencias meteorológicas.
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Publicado: 01/12/2022 14:30
Con la llegada de las bajas temperaturas y las heladas, ciertos componentes de los coches sufren especialmente y deben estar bien preparados para rendir adecuadamente en condiciones difíciles.
Además, las lluvias, la nieve o el hielo hacen que elementos como los faros, la calefacción o los limpiaparabrisas funcionen bien para permitir al conductor y sus acompañantes circular con seguridad. Para lograr todo ello, nos permitimos el lujo de recomendarte prestar especial atención a siete aspectos concretos del vehículo.
7 puntos clave del coche que no puedes dejar de revisar durante el invierno
Con el invierno, llegan las heladas, las lluvias e incluso el riesgo de quedar atrapados en la carretera. También te enfrentas a más horas de conducción nocturna, una visibilidad deficiente o un agarre precario, por lo que los siguientes aspectos son vitales para una conducción segura y cómoda.
1. Batería
Los coches actuales requieren un alto consumo de energía, pues cuentan con muchos elementos que consumen electricidad. Esto hace que un buen estado de la batería sea primordial, pues además esta sufre más con las bajas temperaturas.
Por tanto, no dejes de comprobar el estado de la batería. Especialmente si la que porta tu vehículo ya tiene más de 4 años, pues suele ser a partir de ese momento cuando comienza a dar problemas.
Puedes comprobar la carga de la batería con un polímetro (tienes muchos por menos de 20 euros). A modo de referencia, todo lo que sea una tensión inferior a 12,2 voltios ya genera el riesgo de no poder arrancar el coche por la mañana. Si tienes que cambiar la batería de tu vehículo, sigue estos consejos.
2. Niveles
En un coche de combustión, es decir, con motor de gasolina o diésel, hay un total de cinco líquidos cuyo nivel debemos revisar: aceite, refrigerante, dirección, frenos y limpiaparabrisas.
Cada uno de ellos es vital para el funcionamiento de sus respectivos sistemas, por lo que debes comprobar el nivel de todos ellos. Todos son importantes, pero recuerda que el líquido refrigerante también actúa como anticongelante, evitando que el motor sufra fallo terminal durante las heladas.
Además, el aceite es el que lubrica todas las partes móviles del motor, por lo que tiene que estar en buenas condiciones y ser de la viscosidad adecuada para aguantar las temperaturas de tu zona.
Para revisar los niveles del coche de manera fácil y barata, consulta este artículo.
3. Frenos
No tenemos que explicarte por qué los frenos son importantes. En invierno también, especialmente en condiciones delicadas como la lluvia o la nieve, en las que un buen tacto y comportamiento te permitirán frenar de manera suave para evitar deslizamiento.
Lo mejor que puedes hacer, además de una inspección visual, es llevar el coche a un taller para una revisión de este y otros componentes que sufren desgaste con el paso de los kilómetros.
4. Neumáticos, ¿cadenas o neumáticos de invierno?
Si hay un elemento vital en el coche para afrontar el invierno, es el neumático. Siempre lo es, pero en condiciones de frío y baja adherencia, un neumático en malas condiciones equivale a tener un accidente casi seguro.
Comprueba su estado, que no tenga cortes ni deformaciones. También que la banda de rodadura no esté demasiado gastada (lo ideal son 3 mm de profundidad en el dibujo, aunque el límite legal son 1,6 mm) o presente degradación irregular (si es el caso, lee esto para entender las causas).
Y también plantéate la pregunta de qué te conviene más: un neumático de verano y cadenas de nieve o un neumático 4 Estaciones o de invierno con homologación 3PMSF que pueda rodar sin cadenas.
5. Limpiaparabrisas
Ya hemos hablado antes del líquido del limpiaparabrisas, que es importante para días con lluvia en las que se genera barro y este se proyecta sobre nuestro vehículo. Pero además de llevar el depósito del mismo lleno, debes comprobar que el propio limpiaparabrisas funciona correctamente.
Con el tiempo, la goma se cuartea, endurece y desgasta, perdiendo efectividad. Si lo hace, no limpiará bien el parabrisas y hará que veamos peor. Soluciónalo.
6. Luces y faros
En invierno, anochece muy pronto y con total seguridad necesitarás las luces en algún momento. Comprueba que no hay bombillas fundidas y que estas funcionan correctamente. También debes comprobar que el sistema de nivelación funciona y está bien calibrado, no sólo por tu visibilidad, sino para no deslumbrar a los otros conductores.
7. Accesorios
Durante el invierno también pueden surgir inconvenientes, pinchazos, averías… y el frío es un problema añadido. No olvides llevar los accesorios obligatorios por ley, pero también objetos importantes como una linterna, guantes, un rascador de hielo e incluso una botella de agua y una manta, ya que nunca se sabe cuándo tendrá uno que pasar unas horas parado en la carretera.
Incluso, un botiquín no está de más y, claro está, el teléfono móvil con cargador.
Cómo preparar el coche para dormir en la calle
Siempre que te sea posible, mete el coche en el garaje o en una zona cubierta para que las heladas nocturnas no ataquen a tu vehículo o lo hagan en menor medida.
Pero claro, para muchas personas eso no es posible y el coche tiene que dormir en la calle. En ese caso, y siempre que haya sitio libre (que en muchas ciudades es casi un milagro), busca un lugar parapetado por edificios o muros, ya que cuanto más desprotegido o cerca de vegetación esté, más humedad y hielo le caerá por la noche. Incluso, si puedes colocarle una funda, mejor que mejor.
Cómo arrancar el coche por la mañana en invierno
Todo lo anterior es importante, vital e imprescindible incluso. Pero lo que sin duda hará mucho por el buen estado de tu vehículo a largo plazo es una correcta rutina de arrancada durante el invierno.
Cuando el motor está frío, el aceite del mismo se encuentra en el cárter y está muy viscoso. Al arrancar el motor, el lubricante comienza a fluir por todos los rincones del mismo, pero tarda un tiempo en recorrerlo por completo. Además, hasta que se calienta, no lubrica adecuadamente cada pieza móvil del motor.
Por eso es muy importante minimizar la fricción de los componentes aún no lubricados. ¿Cómo? Arrancando el motor y dejándolo al ralentí al menos 30 segundos, dando tiempo a que el aceite recorra todo el motor. Luego, cuando inicies la marcha, hazlo con suavidad y sin subir demasiado de revoluciones para no forzar el motor aún en frío.
Una vez que el motor ha alcanzado una temperatura razonable, al menos 50 ºC, ya puedes conducir con normalidad, lo que también ayudará a que llegue a los 90 ºC de temperatura de funcionamiento óptima.
Haciendo esto, y siguiendo los consejos anteriores, te asegurarás de proporcionar a tu coche una vida larga y disfrutarás de una conducción lo más segura y tranquila posible. Aunque, claro está, la prudencia al volante y la atención a lo que sucede a tu alrededor no pueden faltar.