Los ciberataques no son la única preocupación de los coches autónomos, un enemigo inesperado emerge
Si los coches autónomos quieren ser una realidad en el futuro, deberán de sortear multitud de retos y dificultades. La ciberseguridad es un elemento clave, pero también lo es el componente humano que está dificultando su progreso.
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Publicado: 22/07/2024 16:00
Los vehículos autónomos están dando sus primeros pasos verdaderamente serios en los últimos tiempos. Compañías como Tesla, Waymo (Google) o Cruise (General Motors) realizan ya pruebas en carretera abierta, si bien queda todavía mucho camino por recorrer y hay muchos retos que superar por delante.
Los vehículos deben perfeccionar todavía sus cualidades para poder moverse con soltura, decisión e independencia; las carreteras deberán también ponerse al día en este sentido, mientras que las autoridades deben acompañar ese trabajo con regulaciones que permitan sus pruebas, en un primer momento, y más adelante su uso en condiciones reales de tráfico.
A todo este embrollo de cuestiones hay que incluir una, y muy importante: la ciberseguridad. El coche autónomo va aparejado, sí o sí, con la tecnología del vehículo conectado, lo que significa que el riesgo a sufrir ciberataques se incrementa.
Los 4 principales ciberataques que puede sufrir el vehículo autónomo
Los expertos de RAND Corporation identifican cuatro tipos principales de piratería informática que más daño pueden hacer a los vehículos autónomos:
- Robo de información del vehículo.
- Acceso a los controles de conducción del vehículo.
- Ataques de 'ransomware' (o secuestro de datos) que bloquean o desactivan un vehículo.
- Ataques contra las carreteras conectadas para causar interrupciones o daños al tráfico.
Dar respuesta y resolver los problemas de ciberseguridad en el coche autónomo es una prioridad para los fabricantes, y también para los usuarios. Un vehículo con esta tecnología estará conectada de diversas formas: a la carretera, a nuestros teléfonos móviles, a los navegadores, a los propios sensores del vehículo…, por lo que la injerencia de un tercero en la circulación daría como resultado una situación cuanto menos peligrosa.
Sin embargo, hay otra preocupación extra relacionada con el vehículo autónomo y que muchos desconocen, y esta sigue relacionada con la acción del ser humano, aunque de forma diferente.
El vandalismo contra los coches autónomos crece
Los ciberataques son una forma de vandalismo más, pero también lo son los actos de sabotaje físico contra estos vehículos en las ciudades donde se pueden ya ver en el tráfico real estos vehículos autónomos.
Los expertos y las compañías implicadas están viendo cómo el comportamiento de los peatones y usuarios de la vía contra los coches autónomos se está haciendo más agresivo. Incluso existen grupos activistas contra este tipo de vehículos, como 'Safe Street Rebel', que publica vídeos y artículos donde explica cómo desactivar los coches autónomos.
Por ejemplo, estas personas cubren y dañan los sensores del vehículo, así como otros sistemas a bordo, pero también modifican señales de tráfico (moviéndolas, pintándolas o manipulándolas) para inducir a error a los sistemas autónomos. Incluso se han visto vídeos de gente golpeando con martillos o prendiendo fuego a estos vehículos.
Muchos conductores también se tensan cuando se cruzan en la carretera con este tipo de vehículos: se han notificado «abusos verbales» e intimidaciones en carretera. Vamos, un claro ejemplo de 'bullying' contra el coche autónomo.
Los fabricantes ya trabajan en algunas soluciones: por ejemplo, incrementando la protección de los vehículos en los recintos donde están estacionados. Volvo, por ejemplo, ha propuesto que estos vehículos eviten comportarse de forma diferente a los coches convencionales, así pasarán más desapercibidos.
Otras marcas han ajustado los algoritmos de conducción para que los vehículos no se muestren dubitativos en la carretera, pero no ha sido suficiente para contener la 'ira' del resto de conductores. Se pide también el apoyo de las fuerzas de seguridad privadas y de las policías, algo que permitiría reducir la ola de vandalismo que sufren este tipo de vehículos.