La ayuda a la conducción que te evita multas por exceso de velocidad es un arma de doble filo con la caja negra obligatoria

Desde el próximo 7 de julio, los servicios de emergencia y autoridades de tráfico contarán con una herramienta clave a bordo de todos los coches nuevos matriculados en la Unión Europea para reconstruir los accidentes en los que se vean involucrados. Saber los últimos acontecimientos a bordo son claves para conocer con más exactitud las causas que han motivado un accidente y la EDR. Casi como en los aviones, se encargará de registrar los eventos en los momentos previos.

La caja negra almacenará los datos en los 300 milisegundos anteriores y posteriores a un accidente, activándose el proceso cuando los pretensores de los cinturones de seguridad se tensen o el dispositivo pirotécnico de los airbags se active, pues la EDR está instalada junto a estos. Grabará la velocidad del vehículo, la posición del pedal del acelerador, los frenos, el régimen del motor, la actividad del ABS y del control de estabilidad y el ángulo del volante, el cambio de velocidad a lo largo del tiempo en los ejes longitudinal y lateral.

El reconocimiento de señales se convierte en un problema de calado

Este ADAS utiliza las cámaras instaladas en la parte superior del parabrisas para indicar al conductor el límite de velocidad de cada vía, tanto de día como de noche, pero tiene un importante problema en su funcionamiento: no es todo lo preciso que debería ser. Quizás habrás podido comprobar en algún momento que el cuadro de instrumentos muestra indicaciones de dos límites de velocidad, incluso hasta tres o el sistema ofrece uno que no se corresponde con el de la vía por la que circula.

La gran mayoría se «confunde» con las velocidades de vías paralelas, por ejemplo, la limitación de velocidad en los carriles que se salen de una autopista o el que se encuentra sobre fondo amarillo por obras. Si es que en estos casos los llegan a detectar, que algunos ni lo hacen. Y esta precisión es una cuestión importante que puede declinar la balanza de un lado u otro frente a la responsabilidad de un conductor.

La caja negra ayudará a averiguar accidentes y responsabilidades

De hecho, algunos reconocimientos de señales mantienen la visualización de un límite de velocidad erróneo durante varios kilómetros hasta que la cámara detecta otra señal. El problema es cómo se gestionará esta importante tara ahora que se almacena en un dispositivo. Hasta ahora no importaba, pero ahora con la caja negra se puede convertir en un arma de doble filo y tan fino que pone en duda su verdadero fin, la del reconocimiento de señales. Porque ya no se trata de evitar multas por exceso de velocidad, sino de dilucidar quién ha tenido la culpa.