El papel de las marcas chinas para salvar el mercado de los coches baratos en Europa

No son tiempos fáciles para la compra de un coche barato en Europa. El sector del automóvil está enfrentándose con numerosos retos. Unos retos que, de una manera u otra, acaban por repercutir directamente en el cliente final. La escalada de precios no solo afecta a los coches nuevos, también está haciendo estragos en el mercado de usados. Crisis de stock en los concesionarios, encarecimiento de materias primas, malas perspectivas económicas y, por si no fuera suficiente, una transición formada al coche eléctrico.

Sobre nosotros se encuentra una «tormenta perfecta». El coche barato se encuentra amenazado. Y es que no solo tiene que hacer frente una imparable subida de precios. También debe enfrentarse a la situación que está provocando la escasez global de semiconductores y microchips. Unos componentes que, recordemos, son necesarios para la fabricación de vehículos.

La oportunidad perfecta para que las marcas chinas se cuelen en Europa

Es aquí donde entran en escena las marcas chinas de coches. En estos momentos son ya varias las compañías del país asiático que están operando en el territorio español. DFSK, Aiways, Lynk & Co y Maxus, son algunas de ellas. La crisis que se está viviendo en esta parte del mundo supone una oportunidad de lujo para que estas compañías se hagan un hueco en el competido mercado de turismos europeo.

En los últimos tiempos se ha estado hablando de cómo las marcas chinas dominarán la movilidad sostenible con sus coches eléctricos. Sin embargo, nadie esperaba que también pusieran su punto de mira en el coche económico. Estos modelos fabricados en China no solo presumen de un precio de venta asequible, también destacan por su equipamiento y prestaciones.

Hace apenas unos años sería impensable hablar de la posibilidad real de que las marcas chinas puedan rivalizar directamente con Skoda o Dacia por dominar el mercado de los coches baratos.

Un SUV como el SEAT Ateca a precio de Dacia Sandero

Son varios los ejemplos que tenemos en la actualidad de coches baratos fabricados en China que ya se pueden adquirir en España. Uno de los ejemplos más interesantes tiene como protagonista al MG ZS. Este todocamino de la icónica Morris Garage (ahora bajo el paraguas de SAIC) tiene un tamaño similar al de un SEAT Ateca pero, y aquí está la calve, tiene el precio de un Dacia Sandero.

Mide 4,32 metros de largo y su maletero cubica un volumen de carga de 448 litros. En el interior del ZS pueden viajar hasta cinco pasajeros adultos. La gama está estructurada en dos niveles de acabado, Comfort y Luxury. También hay disponibles varas opciones mecánicas, aunque todas ellas son de gasolina y con tracción delantera.

En cuanto al precio de venta del ZS, está disponible desde 15.950 €. Una cifra que se puede reducir hasta los 12.950 € si nos acogemos a las promociones que está llevando a cabo la marca.

Prueba en vídeo del DFSK 580, un SUV del tamaño del SEAT Tarraco y cuyo precio se acerca al Ateca

El cambio de mentalidad a la hora de comprar un coche nuevo

Es necesario que se produzca un cambio de mentalidad en el ciudadano europeo para que las marcas chinas de coches acaben por conquistar el Viejo Continente. Sin lugar a dudas se trata de una tarea titánica, pero no imposible. En el pasado ya lo lograron las firmas surcoreanas Hyundai y KIA, ofreciendo en una primera etapa coches muy espartanos pero con una sobrada fiabilidad y, sobre todo, a un precio de venta atractivo.

Salvando las distancias podemos tomar como referencia lo que ha ocurrido en el mercado de la electrónica de consumo. En lo relativo a telefonía móvil, cámaras digitales y todo tipo de dispositivos inteligentes, hace tiempo que las firmas chinas se convirtieron en actores principales. Xiaomi y Huawei son referentes. Y por cierto, a modo de pequeño inciso, no podemos obviar que Xiaomi ha decidido entrar en el mercado de los coches eléctricos.

El desafío principal con el que deben lidiar estas nuevas marcas que se están expandiendo por el territorio europeo es la idea de que los coches chinos son copias baratas con una baja fiabilidad. Hace tiempo que el Gigante Asiático ha despertado y compañías como Dongfeng, BYD o SAIC, tienen todo el potencial necesario para rivalizar con los fabricantes históricos.

Son tiempos convulsos para comprar un automóvil (nuevo o usado). Y más aún para el segmento de los coches baratos. Por lo tanto, guste o no, si las compañías de toda la vida siguen en su particular escalada de precios, es una extraordinaria noticia que firmas llegadas de la lejana China apuesten por ocupar el espacio que están abandonando las marcas tradicionales.