La letra pequeña que esconde el plan del gobierno francés para fomentar los coches eléctricos, y no es para todos
Francia se ha convertido en el azote de los coches eléctricos fabricados en China, pero también el país que más apuesta por los modelos de cero emisiones. Los galos cumplen su palabra anunciando la puesta en marcha de un plan para fomentar su uso y compra, pero que por supuesto tiene una letra pequeña y una importante trampa.
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Publicado: 14/11/2023 19:00
A principios de año, el Gobierno francés anunciaba una medida inédita para potenciar la venta de coches eléctricos en el país. Las continuas subidas de precios de los coches de cero emisiones hacen imposible que una gran mayoría de los ciudadanos puedan acceder a modelos equivalentes a los de combustión de los que ya son propietarios, al mismo tiempo que se ha convertido en un azote contra los fabricantes que comercializan modelos eléctricos fabricados en China.
El equipo de Enmanuel Macron se sacaba de la manga un as para tratar de fomentar los eléctricos entre los ciudadanos, al mismo tiempo que los diferentes distritos y regiones están prohibiendo el uso de los híbridos y los modelos de combustión en el centro de las ciudades. Acceder a tales entornos es posible, pero solo con coches que no contaminen. Los franceses anunciaron una ayuda de 100 euros mensuales para tratar de cambiar la opinión de los ciudadanos, una medida que estará vigente desde principios de 2024 y que ya se puede solicitar.
La trampa de las ayudas sociales, nadie da duros a cuatro pesetas
Sin embargo, las ayudas y subvenciones no son a fondo perdido y tienen una letra pequeña muy importante. Esta ayuda está dirigida solamente a las rentas más bajas, aquellas que no superan los 14.100 euros de ingresos anuales, para eléctricos fabricados en el continente europeo y en régimen de alquiler. Lo que los gobiernos llaman «alquiler social» siempre esconde una trampa que termina siendo más costosa que hacer un esfuerzo y pagar el vehículo nuevo por completo.
La del gobierno galo ha sido definida como «inventarse una financiación que reduce el precio de los coches» falsamente, porque nadie regala nada. El alquiler social de los coches eléctricos en Francia por 100 euros al mes está limitado a tres años, después de este período se ofrece la posibilidad de comprar el vehículo aumentando la cuota mensual a 161 euros a pagar durante 109 meses. Esto es, nueve meses, sin poder desembolsar el resto del precio del vehículo, sin el coste del seguro incluido y de manera que el préstamo se hace interminable.
Fomentar el coche eléctrico en Francia sale más caro que pagar a tocateja
El Gobierno francés aportará 8.000 euros como bonificación y 4.000 euros más como aportación a la compra que, en realidad, cubre la financiación. En total, 13.000 euros que es precisamente lo que ha estimado Cetelem como valor residual después de tres años pagando el coche eléctrico, la división de financiación del banco francés BNP Paribas que ya se ha metido en el ajo. Tras 12 años, el arrendatario será propietario desembolsando todos los intereses que no se abonaron durante los tres primeros años por el «bono social» del estado. Sobre 33.000 euros frente a los 25.000 euros de un eléctrico sin ningún tipo de ayudas.
