Turquía se suma a las barreras a los coches eléctricos chinos, tiene mucho que proteger y en lo que se ha gastado millones
Europa y Estados Unidos no son los únicos que le han declarado la guerra a los coches eléctricos fabricados en China. Si el Gobierno de Joe Biden ha ido al extremo para frenar la ofensiva y el Viejo Continente ha sido algo más benevolente, ahora ha salido a la palestra Turquía. El país otomano ha anunciado aranceles del 40%. Una medida inminente y con un claro objetivo.
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Publicado: 10/06/2024 20:00
Turquía es uno de esos países que quieren su propia marca de coches. El país se ha gastado una verdadera fortuna en desarrollar una marca nacional que extenderá sus tentáculos a los diferentes mercados europeos, una vez que satisfaga toda la demanda de pedidos que acumula de sus clientes locales.
TOGG, como así se llama esta nueva marca que sólo producirá coches eléctricos, ha visto como los coches chinos son un verdadero peligro. El gobierno turco no es ajeno a los movimientos que están llevando a cabo otros países como Estados Unidos, que ha levantado un veto radical sobre los asiáticos con unos aranceles del 100%. La Unión Europea es más benevolente porque, además de que aún no ha comunicado la fecha de la entrada en vigor y sigue dando vueltas, no llegarán a semejante extremo.
Turquía se adelanta a Europa, impone aranceles a los coches chinos...
Motivos más que suficientes para que los turcos hayan decidido gravar con impuestos extras a marcas chinas. Su bajo coste es un aliciente claro para los clientes con el claro peligro de dejar a un lado las grandes apuestas de TOGG, por lo que ya tomó una medida al respecto en 2023 aumentando los impuestos a las marcas de coches eléctricos chinos. y ahora lo vuelve a hacer, según un informe.
Fuentes del Ministerio de Comercio de Turquía han apuntado que impondrá un arancel adicional a la importación de vehículos de pasajeros convencionales e híbridos de China para aumentar y proteger la proporción cada vez menor de la producción nacional». Hasta un 40 por ciento, lo que supondrá un coste adicional por vehículo de nada menos que siete mil dólares, lo que vienen a ser 6.511,75 euros, al cambio actual.
… pero también quiere fábricas locales de coches chinos
La medida ya se ha incluido ya en el boletín oficial del estado turco, por decisión presidencial, y estará vigente en un plazo máximo de 30 días. La decisión va completamente en contra de los turcos, que mantienen conversaciones con SAIC, propietaria de MG, Great Wall, BYD y Chery para que se instalen en su territorio. Ésta última ya ha anunciado su sede en España y la penúltima busca sitio para una segunda fábrica europea tras Hungría.
Turquía entiende que una cosa es la importación y otra el disponer de instalaciones fabriles en su espacio, brindando a los chinos un acceso más rápido y fácil a los países europeos, ya que cuenta con un acuerdo de unión aduanera. Pero el nuevo gravamen puede darle la vuelta a las conversaciones y tirar por tierra los intentos del Ministerio de Industria turco de arrebatar a Italia o Francia uno de los grandes productores chinos.