Coches eléctricos e impuestos: no solo es recaudar menos
Uno de los principales atractivos de los coches eléctricos es el dinero que se ahorra en múltiples sentidos: "combustible", mantenimiento, impuestos, etc. Según la Fundación ENT, un turismo eléctrico tributa al año entre 463 y 681 euros menos que equivalentes gasóleo y gasolina, respectivamente.
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Publicado: 15/05/2019 21:00
Pocas cosas hay más atractivas en esta vida que pagar pocos -o nada de- impuestos. En ese sentido los coches eléctricos son los más beneficiados por la Administración, tanto a nivel estatal como autonómico, y suelen estarlo a nivel local. Eso conlleva una reducción de ingresos a las arcas públicas.
En un informe de la Fundación ENT para el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, los investigadores han calculado los impuestos que se pagan por matricular, por recargar/repostar, por estar dados de alta (IVTM) y en concepto de IVA. No se ha tenido en cuenta el coste del mantenimiento.
En el sistema tributario español los coches tributan al 21% de IVA salvo algunas excepciones, desde 2012, y cuando se matriculan deben pagar el impuesto de matriculación en función de sus emisiones de CO2. Además, cada año se paga a un ayuntamiento el impuesto de vehículos de tracción mecánica (IVTM), también conocido como "numerito" o "impuesto de circulación".
Aparte está la electricidad para los eléctricos, que paga IVA, el impuesto eléctrico e impuesto de generación. El resto de vehículos paga unos impuestos sobre hidrocarburos, los que más los gasolina, después los diésel, y a mucha distancia los combustibles basados en gas (GLP y GNC). Por cierto, el "impuesto al diésel" -que acabará saliendo adelante- no es más que querer equilibrar la carga fiscal de gasóleo y gasolina.
Tomando unos consumos medios razonables (20 kWh/100 km para el eléctrico, 7 l/100 km para el diésel y 9 l/100 km para el gasolina), sale esta recaudación anual con un uso medio:
- Gasolina: 754 euros al año
- Diésel: 535 euros al año
- Eléctrico: 72 euros al año
Con este cálculo, el propietario se ahorra al año hasta 681 euros en impuestos, la misma cantidad que se deja de ingresar en Hacienda, CCAA y corporaciones locales. Sin tener en cuenta ni el ahorro energético, ni de mantenimiento, ni de peajes, solo en impuestos se ahorra mucho dinero durante el tiempo que se mantenga el coche en propiedad.
No dejemos que las hojas nos impidan ver el bosque, son valores medios. El impuesto que más recauda la automoción en España es el de hidrocarburos, de 10.500 a 11.000 millones de euros al año. Contrástese eso con el impuesto de electricidad, 1.481 millones de euros (2015), a los que hay que sumar el impuesto de generación, 1.656 millones de euros.
Usar electricidad en vez de hidrocarburos es hasta cuatro veces más económico
Según cálculos del Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDAE) en 2020 se recaudarán 1.430 millones de euros menos en impuestos, es decir, un 8,4% menos que si todos los eléctricos fuesen también de combustión interna. Esa cantidad no es suficiente para poner en jaque las cuentas, sobre todo si tenemos en cuenta las externalidades.
Los vehículos eléctricos tienen una serie de ventajas a nivel urbano: no generan ruido ni contaminación (*), lo que puede generar en el futuro un importante ahorro sanitario. Además, el sistema eléctrico en su conjunto se puede beneficiar de su capacidad de aprovechar los excedentes y ayudar a balancear la carga de la red.
(*): todo vehículo que rueda produce una mínima contaminación por partículas, use lo que use.
A nivel macro también se encuentran ventajas, ya que España tiene que importar casi toda la energía fósil que consume, mientras que la electricidad se genera con mayor contenido local (renovables). Además, sin coches eléctricos habría que destinar más dinero a pagar sanciones por exceso de CO2 o de niveles contaminantes en las grandes ciudades.
A medio y largo plazo un eléctrico ahorra mucho dinero, hasta cubrir el sobrecoste tecnológico que implica la compra, cuota del renting o la financiación de mayor capital
Y España no es un país con una política especialmente diseñada para beneficiar a los eléctricos, sobre todo si se compara con países de nuestro entorno. En los países nórdicos están mucho más beneficiados. Algunas ventajas en España son solo a nivel local, como reducciones del IVTM al 75%, estacionar gratis en zonas reguladas o bonificaciones del 100% de los peajes (dependientes de la Generalitat de Catalunya).
Como en España la renta per cápita no es tan alta como la de los países nórdicos, ayudaría mucho al despegue de los eléctricos una política fiscal que los beneficiase más, como reducir su IVA al 10%, ayudas directas a la compra, subvencionar puntos de recarga públicos por ley, etc. Durante la legislatura que viene deberíamos ver movimientos en ese sentido, ya que va a gobernar la izquierda y apoyar la descarbonización forma parte de sus programas electorales.
Fuente: Fundación ENT