Los coches eléctricos se podrán recargar solos

Los coches eléctricos mejorarán su versatilidad en el futuro si tienen la capacidad de recargarse sin intervención humana, aprovechando los momentos en que los dueños no los necesitan. Eso permitiría utilizar baterías más pequeñas, reduciendo peso, coste y dimensiones de las mismas.

4 min. lectura

Publicado: 10/02/2016 14:30

La mejora constante de las tecnologías de conducción autónoma permitirán en cierto momento que los coches circulen completamente solos, sin necesidad de un humano cualificado detrás del volante. De hecho, acabarán no necesitando volante, ni pedales, ni mandos: simples medios de transporte.

Dentro de las áreas urbanas, lo menos dañino con el medio ambiente es utilizar motores eléctricos, y eso implica hablar de baterías electroquímicas o de pilas de combustible. En el primer caso, tenemos una autonomía más limitada, y una importante fuente de sobrecoste, volumen inútil y mayor peso.

Si descartamos, por razones obvias de complejidad, que se coloquen pantógrafos en las calles (como pasaba con los trolebuses) o que los carriles estén electrificados como en el Scalextric, seguimos dependiendo de las baterías en el caso de los 100% eléctricos.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

Hasta la fecha la solución menos mala son los extensores de autonomía, pequeños motores de combustión interna (gasolina fundamentalmente) que permiten recorrer una distancia superior, pero sin llegar a ser híbridos. Prescindiendo de esta solución, volvemos a los procedimientos de recarga.

A día de hoy, los coches se recargan mediante enchufes, que hay que colocar manualmente, y lógicamente necesitan un cableado. Ya se ha probado la experiencia del intercambio de baterías, pero las complejidades técnicas son enormes y no se ha conseguido modelos de negocio viables, salvo en zonas pequeñas geográficamente con muchos coches compatibles con el sistema.

¿Cuál será el paso siguiente? La recarga automática. Se están probando sistemas de recarga inalámbrica, mediante inducción. El funcionamiento es simple, el coche se coloca en una posición determinada, y comienza el proceso de carga. Los coches pueden acudir ahí por su cuenta, al menos esa es la idea. Eliminar el cableado permite que los coches puedan transportar a niños, ancianos o personas que no necesitan saber cómo funciona el sistema.

Tesla ha prometido conducción 100% autónoma para 2018, lo que sumado al "modo citación" permitiría en la práctica que un neoyorkino pidiese a su Model S que viajase desde Los Ángeles a recogerle, realizándose todas las recargas por el camino sin intervención humana. Una posible solución son puntos de recarga robotizados, en los que se coloquen los enchufes de forma mecánica.

Google por su parte, está haciendo experimentos con cargadores integrados en las vías públicas, visualmente como tapas de alcantarilla. Hevo Power y Momentun Dynamics tienen autorización de la FCC para hacer pruebas en Mountain View (California). Si los coches eléctricos se recargan solos, su potencial es enorme. No sería necesario contar con enchufes en el trabajo, centros comerciales o lugares frecuentes.

Simplemente, el coche se dirige hacia un lugar de recarga automática, y cuando lo necesitemos, lo llamamos. Decididamente es un sistema más cómodo. Con una buena red de recarga, se pueden usar baterías más pequeñas, y eso contribuiría mucho a popularizar los eléctricos en las ciudades. Otra cosa sería un vieja a larga distancia...

Fuente: IEEE Spectrum

Pixel