Bomberos alemanes sumergen los coches eléctricos para apagar los incendios
Los incendios, algunos fortuitos, son uno de los grandes problemas de los coches eléctricos. Los fabricantes tratan de garantizar que no ocurran, pero es la química de la batería la gran responsable. En el incendio de un coche eléctrico, el agua no es el gran antídoto del apagado.
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Publicado: 16/08/2020 20:00
Para muchos, los coches eléctricos son una solución de movilidad a pesar de que la autonomía y el precio aún no están igualados. Pero en algunos países, los clientes también consideran otro factor, y es la seguridad ante los incendios, ya que los hay fortuitos y son tan difíciles de apagar que, muy a menudo, el siniestro es total.
El gran problema para llegar a este nivel es la batería. Un sobrecalentamiento en una de las celdas que termina en un incendio es como un efecto dominó, sumándose una celda tras otra. Y cuando una batería arde es muy difícil de apagar. Los bomberos de Austria apuntan que se puede apagar el incendio exterior, pero el gran problema es la batería.
Lo cierto es que no hay muchas más opciones para montarlas en un coche y, al mismo tiempo, disponer de una gran autonomía, por lo que entre los ejes o bajo los asientos traseros es la ubicación idónea. Es casi la más segura posible y donde se recibe menos tensión en un accidente, pero que la batería esté dentro de una carcasa estable e impermeable es un problema para acceder a ella.
Técnicos de la consultora DEKRA han constatado que los daños a consecuencia de un incendio en un coche eléctrico o híbridose pueden reducir considerablemente si se puede acceder a la batería, ya que cuando ésta arde libera una gran cantidad de energía y se producen reacciones químicas que también despiden grandes dosis de gases químicos. Una de las soluciones propuestas es inyectar agua en su interior, ya que es la única forma de apagar por completo el fuego.
Pero como no es posible como tampoco lo es cortar el suministro eléctrico, los bomberos de Frankfurt han encontrado la solución: sumergir el coche en un tanque con agua, como hicieron con un BMW i8 que salió ardiendo en mitad de la exposición de un concesionario, permaneciendo sumergido durante 48 horas para asegurarse que queda extinguido.
Por ahora, a falta de un agente extintor más incisivo y rápido, esta es la única solución. El agua apaga el fuego exterior, al mismo tiempo que también la batería y enfría la caja. El objetivo es que si la batería tiene que arder, que lo haga de forma controlada durante el tiempo necesario para su extinción completa.