Las subvenciones al coche eléctrico en Europa sufren un nuevo palo, Suiza se las carga después de casi 30 años exentos
Más problemas para el fomento de los coches eléctricos en Europa. Las ayudas a la compra se están reduciendo en los principales países del continente y, por supuesto, no es el mejor método para popularizar los modelos de cero emisiones. Suiza es el último país que ha decidido gravar la compra de coches eléctricos.
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Publicado: 23/11/2023 20:00
Que Noruega es uno de los países europeos que más apuesta por los coches eléctricos es una realidad indudable, pero hace ya un par de años que el país de los fiordos avisó de que la enorme partida anual destinada a ayudas a la compra estaban empezando a dar señales de agotamiento. Siendo más claros, se estaban fundiendo el dinero a un ritmo más que enérgico y se auguraba un desastre. El país, a sabiendas de que no podía dar marcha atrás, se sacó un as de la manga para compensar semejante gasto, un impuesto especial para los cero emisiones de lujo.
Otros países europeos no han seguido la misma senda, pero sí han decidido imponer impuestos por peso, especialmente a los SUV, pero en términos de ayudas a la compra los fondos está volando. Italia se ha visto obligada a reponer dinero porque la hucha se agotaba en cuestión de meses, mucho antes de la solicitud de ayudas para el año siguiente. Aunque es un buen síntoma de que los clientes se han concienciado de dar el paso, lo cierto es que destinar tantas subvenciones a la compra, acaba por retirar inversión de otras partidas.
Tres décadas libres de impuestos, Suiza dice basta
En Suiza, los coches eléctricos han estado exentos de pagar impuestos desde hace casi tres décadas. El país centroeuropeo eximió del impuesto de matriculación a los eléctricos en 1997 para así fomentar la compra de estos modelos especiales, pero después de 26 años han decidido cortar el grifo, alegando las enormes pérdidas financieras para la Confederación y, por otro lado, la gran diferencia existente con otro tipo de propulsiones, como los híbridos o los PHEV que sí pagan.
Así, a partir del 1 de enero de 2024, todos los que se quieran comprar un coche eléctrico, o una furgoneta eléctrica, en el país tendrán que abonar un cuatro por ciento más, un gravamen basado en el precio de importación. La decisión fue aprobada por el Consejo Federal en su reunión del 8 de noviembre, por lo que desde las doce campanadas no habrá ningún tipo de subvención para coches eléctricos en Suiza.
La industria no está de acuerdo, las arcas nacionales se resienten
El Gobierno se ampara en el que el próximo año tendrá un déficit de entre 103,81 y 156 millones de euros. Casi nada. Esto y que, según los suizos, el precio de los coches eléctricos está descendiendo lentamente -solo Citroën lo ha hecho en el país por dos veces en el último año- algo con lo que no están de acuerdo ni marcas ni importadores y que es una realidad muy diferente, han terminado por cargarse todo tipo de ayuda a la compra. Mercedes, por poner un ejemplo, ha señalado que no tocará los precios.
Peter Grünenfelder no ha podido ser más claro en sus declaraciones en contra de la medida. El presidente de la automotriz suiza ha señalado que «Con decisiones tan hostiles a los consumidores, en detrimento de aquellos que desean comprar un coche eléctrico a partir de 2024, este objetivo se aleja. Al mismo tiempo, es una muy mala señal en un momento en el que la industria del automóvil quiere convencer cada vez a más clientes que cambien a un vehículo libre de emisiones».