El laberinto de cables en los coches eléctricos, Leoni tiene la solución a un problema kilométrico que cambiará la industria en 2 años
Cada día, los coches nuevos cuentan con más tecnología en todos los ámbito, y especialmente los eléctricos. Los fabricantes se enfrentan a un verdadero desafío que dispara los costes de producción, y el software ya no lo es todo. El enorme cableado para controlar todas las funciones es un reto que Leoni simplificará con el concepto de las arquitecturas zonales.
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Publicado: 04/11/2023 14:00
¿Te has preguntado alguna vez cuántos metros de cableado tiene un coche moderno? Para que te hagas una idea, si desmontásemos el habitáculo de un SEAT Ateca encontraríamos casi 1.400 cables que, extendidos sobre el suelo, superarían los dos kilómetros de largo, y esto es poco para algunos modelos que cuentan con mucho más. La red eléctrica y electrónica está formada por arneses de cables que discurren por donde menos te imaginas.
Por el suelo, debajo de los asientos, los costados inferiores, los del techo y por encima de las puertas o detrás y por debajo del salpicadero. Para alguno será difícil entender que el peso del cableado de un coche llega a alcanzar un peso en báscula de hasta 60 kilos, con grosores de un milímetro a un centímetro. Los arneses de cableado son «Pigtail», que ya vienen conectados a unidades de control, los «Jumpers», que interconectan unidades de control y los de carrocería que unen todos. Tras esta breve explicación para conocer más a fondo la red eléctrica de los coches, como verás es un gran problema a largo plazo y con la generación que viene, especialmente eléctricos, definidos por software y la conducción autónoma.
El software manda en los coches eléctricos de nueva generación
Leoni, un especialista alemán en componentes, y no tan conocido como lo es Bosch o Continental, ha ideado un nuevo sistema para la arquitectura eléctrica y electrónica que ha denominado arquitectura zonal, pues hay que tener en cuenta que los coches cuentan, como mínimo, con un centenar de unidades de control. El software que las marcas están desarrollando prescinde de un elevado número de estos módulos, pero aún así son demasiados y suman un peso extra al conjunto.
Los avances en conectividad, digitalización y conducción autónoma, junto a los motores eléctricos, baterías y electrónicas de potencia lleva obligatoriamente a un concepto: simplificación. Las unidades de control serán menos -de un solo cero- en dos años, gracias a potentes ordenadores que controlarán unidades por zonas encargándose de la gestión de información de cada zona en concreto, una tecnología que estará lista en solo dos años porque Leoni ya tiene un gran cliente que lo quiere montar.
La conducción autónoma avanzada, un elevado coste actualmente
Uno de los detalles destacables es el procesamiento de la información de los sensores de radar, LiDAR y cámaras que generan imágenes en 3D para las funciones de conducción autónoma avanzada. Los fabricantes utilizan cables de datos Ethernet con un ancho de banda de 1,5 Gbit/s para ofrecer información en tiempo real tras, pero las imágenes de las cámaras no se pueden comprimir a la velocidad de la luz, lo que lleva a un problema de procesamiento de datos, y que obligaría a aumentar el ancho de banda hasta los 10 Gbit/s. El coste, por supuesto, es mayor, implicando la necesidad de microchips más potentes, de ahí que las arquitecturas zonales sean esenciales para reducir el volumen de componentes y los precios.