El secreto detrás de la durabilidad en las baterías de los coches eléctricos, y no es la refrigeración líquida
Fabricantes y proveedores trabajan incansablemente para ofrecer las baterías para coches eléctricos con mayor capacidad para una elevada autonomía. Pero diversos estudios apuntan que la capacidad no lo es todo para aprovechar al máximo la energía. Una nueva técnica alemana ha permitido descubrir que el sellado de la batería es clave en su refrigeración.
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Publicado: 06/04/2023 18:00
Conservar la mayor vida útil de las baterías después de miles de ciclos de carga es clave en los coches eléctricos, pero no es una responsabilidad única del propietario a la hora de cargar la batería. El proceso de carga rápida se encarga de transferir energía a una velocidad de carga que supera entre dos y tres veces mayor que la que después se transmite en dirección opuesta de la batería a los motores eléctricos, por lo que la protección de la batería es también responsabilidad del fabricante de este componente.
La gran mayoría de las marcas de eléctricos están implantando, cada vez más, sistemas de refrigeración líquida para mantener una temperatura óptima en el proceso de la carga rápida, y ultra-rápida, para que las celdas no se dañen. Aún así, hay riesgos de que se produzcan anomalías en forma de pérdidas de capacidad y, por ende, mermas en la autonomía. Los fabricantes saben que esta cuestión es clave para mantener la vida útil y la máxima estabilidad ante un riesgo de incendio, optando por sistemas de refrigeración más sofisticados, como la inmersión.
El sellado de la baterías como refuerzo de refrigeración para baterías
Este sistema consiste en sumergir las baterías en líquido refrigerante para mantener la temperatura óptima de funcionamiento de las mismas, evitando un sobrecalentamiento. Por ejemplo, durante la carga rápida, y lo que han demostrado los expertos alemanes del Instituto Freudenberg junto con la técnica del sellado de la batería, algo que se le ha echado en cara a Tesla recientemente señalando que impide la reparación del acumulador de energía.
Sin embargo, las investigaciones apuntan que el sellado con materiales poliméricos permiten mejorar la refrigeración de las baterías, siendo no solo un perfecto aislante eléctrico, sino también capaz de disipar el calor, aunque estos polímeros deben tener las mismas propiedades químicas que los lubricantes utilizados en la refrigeración de la batería que, ni mucho menos, se trata de agua. Sino aceite a base de éster, un lubricante sintético que soporta elevadas temperaturas.
Los coches eléctricos aspiran a una vida útil mayor en sus baterías
Esta interesante tecnología no está lista todavía para ser implementada en la producción en serie, pues si bien se conocen ya las propiedades físicas de un sellado de por vida, y que evitará la salida de fluidos y la entrada de humedad, existen otros escollos que solventar. Por ejemplo, conocer los puntos de enfriamiento de las baterías teniendo en cuenta el peso y su volumen, además de las áreas donde las vibraciones y ruidos son más elevados también. Por ahora, Freudenberg no ha facilitado detalles acerca de un aumento en la autonomía o reducción del consumo de energía, pero no cabe duda de que su solución abre nuevas puertas a la eficiencia de los eléctricos.