Resultados catastróficosLos coches indios suspenden las pruebas de choque
El organismo independiente Global NCAP ha enfrentado a las pruebas de choque a seis coche que copan el 20% de las ventas del mercado del automóvil en India. Los resultados han sido alarmantes, con solo un aprobado por parte del Volkswagen Polo. Para estos test se han escogido las versiones más básicas de cada modelo.
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Publicado: 31/01/2014 14:00
Las últimas pruebas de choque realizadas por el Global NCAP, utilizando los mismo procedimientos que en el Euro NCAP, han sido realmente preocupantes. De seis coches testados solo uno ha superado las pruebas.
Se han sometido a examen los Tata Nano, Suzuki Maruti Alto 800, Ford Figo, Hyundai i10 y Volkswagen Polo, este último en dos versiones. Las ventas de estos modelos suponen el 20% de la cuota del mercado de turismos indio.
Todos los test se han efectuado utilizando las versiones más básicas de cada modelo, que solo incluyen airbags frontales en el caso de uno de los Volkswagen Polo, que ya los ofrece de serie en toda la gama. Se han probado dos Polo por la reciente decisión de la marca de instalar los airbags de serie.
Al margen de los precarios o inexistentes sistemas de seguridad pasiva de estos coches, muchos han demostrado tener estructuras débiles, incapaces de contener las fuerzas del impacto y afectando de forma severa al habitáculo.
La violenta deformación del habitáculo puede provocar importantes daños a los ocupantes o incluso la muerte. De haber estado equipados con airbag los daños también serían considerables ya que estos sistemas pierden eficacia si por las deformaciones cambia la posición en la que se encuentran, pudiendo incluso causar más males.
En los casos particulares del Tata Nano, el Suzuki y el Hyundai i10 la estructura del habitáculo se ha visto afectada. El Polo y el Ford Figo tienen estructuras más sólidas, que junto a los airbags resultarían en coche mucho más seguros y con menor posibilidad de sufrir daños en un impacto.
También se han probado los sistemas de retención infantil utilizando sillitas, donde se ha visto que muchos fabricantes ofrecen sillas que no son compatibles con sus coches. En el caso del Tata Nano, con cinturones traseros de dos puntos, no hay forma segura de sujetar la sillita.
Los resultados son preocupantes porque dejan en evidencia que para las marcas no vale lo mismo una vida en función de cual sea su nacionalidad. El afán de ser competitivos hará que se permitan estas cosas hasta que no exista una legislación que imponga unas mínimas condiciones de seguridad.
Fuente: Global NCAP