A los coches modernos también les afecta la corrosión

Es muy cómodo pensar que el óxido solo afecta a los coches viejos, abandonados a su suerte en descampados a la intemperie. Pero no, el fenómeno de la corrosión puede darse en un coche moderno, y conviene estar atento para detectar el problema a tiempo

6 min. lectura

Publicado: 24/03/2016 19:00

Este Oldsmobile está totalmente podrido y es prácticamente irrecuperable - Fotografía: LongitudeLatitude (Flickr) CC BY

La pintura de la carrocería no solo cumple una función estética evidente, también es un elemento de protección del metal que se encuentra debajo, normalmente acero. En algunos casos podemos encontrar aluminio, fibra de carbono o plástico, pero fundamentalmente se usa acero.

Este material es básicamente una aleación de hierro y oxígeno carbono, y suele tener algún tipo de tratamiento superficial que reduce la posibilidad de que se oxide. Los metales expuestos al oxígeno tienden a oxidarse, formando óxido de hierro y carcomiendo la estructura hasta acabar con el material. La imagen superior es un ejemplo perfecto.

El óxido puede manifestarse en piezas estructurales o decorativas. En el primer caso, el daño puede ser tal que sea recomendable tirar el coche en un desguace. El metal oxidado se vuelve quebradizo, y en caso de accidente las consecuencias pueden ser terribles. Si se trata de una pieza no vital, tiene arreglo en manos de un buen chapista.

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Los Lancia Beta eran propensos a oxidarse - Fotografía: Tony Harrison (Flickr) CC BY SA

Aunque los fabricantes se afanan cada vez más en mejorar las propiedades anticorrosivas del acero, existen una serie de puntos débiles, como cualquier lugar donde se pueda acumular humedad. Esto puede pasar en coche con los bajos panelados por motivos aerodinámicos, dependiendo de por dónde circule, y del clima.

La elevada contaminación puede ser también un agente corrosivo

Los peores lugares desde el punto de vista de la corrosión son las cercanías a la costa (por el salitre), zonas montañosas donde se esparce sal contra la nieve o lugares húmedos y cálidos. En el caso de la sal, es un problema relativo si se lava el coche con una cierta frecuencia, poniendo cuidado en limpiar zonas poco visibles.

Expertos en carrocería en Reino Unido han identificado problemas de óxido en coches modernos, antes de que venciese la garantía del fabricante para la pintura (12 años normalmente). Pasos de rueda, marcos interiores de las puertas, juntas del maletero o alrededores de molduras son puntos débiles también.

Aunque parezca mentira, esto era un Ford Mustang de 1970, no tiene arreglo - Fotografía: Vetatur Fumare (Flickr) CC BY SA

Conviene echar un vistazo al manual de instrucciones del coche, donde se indican una serie de consejos para reducir el riesgo de corrosión. Las revisiones anuales son muy importantes para detectar el óxido, ya que hay que hacer algo más que cambiar aceite y filtros. Un diagnóstico a tiempo puede ser decisivo.

En el caso de producir algún daño a la carrocería, como los típicos roces de aparcamiento contra columnas que se mueven solas, otros coches, o el objeto que sea, hay que ver si es algo serio o no. En el caso de haberse levantado la pintura y quedar el metal expuesto, es preferible ponerle solución rápidamente que dejar que el problema vaya a más.

Hay muchas formas de proteger la carrocería, desde el encerado básico hasta la colocación de vinilos integrales que dan una capa de protección adicional. Hay que tener en cuenta que el metal es más vulnerable cuanto mayor es la complejidad superficial de las piezas. Y los diseños de los últimos años, con tanta arista y tanto perfil afilado, tienen papeletas para tener problemas en el futuro.

El óxido puede ser algo incluso sexy, solo hay que ver algunos coches rat style. Ahora bien, hablamos de un símil de óxido, si fuese óxido de verdad, el dueño estaría vendido al primer golpe

A menos que tengamos un coche con carrocería de aluminio, fibra de carbono o acero inoxidable (como el DeLorean DMC-12), no tenemos que empezar a preocuparnos por el óxido cuando el coche se haga viejo. Basta un pequeño defecto de fabricación.

Por ejemplo, los primeros Dacia Duster que llegaron al Reino Unido, fabricados en la India, tenían un defecto en el proceso de pintado, por lo que algunas secciones quedaban expuestas al óxido y empezaban a oxidarse prematuramente. La garantía está para eso, pero eso si nos damos cuenta.

Según los datos de la ITV británica (MOT), de casi 27,3 millones de coches inspeccionados en 2013, se encontraron defectos de corrosión en el 5,11% de ellos. Eso supone casi 1,4 millones de coches, y esos son los que fueron detectados. En la ITV española la corrosión no es un problema si es solo un problema estético, pero si afecta a aristas vivas o es estructural, no recibirá el "favorable".

Fuente: Autocar

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