El marketing gratuito de los coches nuevos para cazar ventas

Los fabricantes dividen el desarrollo de los nuevos modelos en tres fases, un período que viene a durar un máximo de 18 meses, el tiempo suficiente para ajustar todas las calibraciones de los coches nuevos, y ponerlos en el mercado. Pero hasta hace cinco años, los prototipos iban perdiendo camuflaje a medida que iban quemando fases, quedando prácticamente al desnudo en la fase final, la de los prototipos de pre-producción.

Hoy, las cosas son muy diferentes. La gran mayoría ha apostado por una estrategia especial, destapar las unidades de ensayos cuanto se presentan. Casi, al día siguiente del evento se despojan de todo el vinilo que los ha mantenido cubiertos. La gran competitividad y rivalidad que existe es la «culpable» de esta nueva estrategia. Hasta la puesta de largo de la comercialización y la llegada a los concesionarios, queda un período de tiempo que es clave para terminar de realizar los ajustes previos a producción, por lo que se siguen acumulando kilómetros en diferentes regiones del mundo.

Las fotos espía son también marketing gratuito

Y son claves aquellas donde un determinado modelo puede ser clave en el mercado y en las cifras de ventas. Esta es la razón por la que modelos como el Renault Austral han sido desvestidos del camuflaje. Si ya de por sí, los vinilos suponen un importante atractivo para los clientes, son las fotos espía las que verdaderamente dan respuesta a los potenciales clientes.

El objetivo es cazar a todos los interesados y robar ventas a la competencia, pues hay que tener en cuenta que los coches nuevos siempre tienen diferentes «pluses»: diseño más moderno y atractivo o la importante carga tecnológica comparados con los que se encuentran en mitad del ciclo comercial o casi en la rampa de salida. Y no se libran tampoco las más lujosas. El BMW Serie 7 también se ha dejado ver desnudo antes de su comercialización, al igual que el nuevo GLC. Los dos son líderes en sus respectivas categorías.

El de Múnich es mucho más lujoso y no está tan al alcance de todos los clientes, sí vende otra cualidad: un diseño que se desmarca de los rivales. Estrategias como la de Rolls-Royce, que mueve sus prototipos camuflados por la Costa Azul francesa, cuna del verdadero lujo y donde gran parte de sus habitantes estivales gustan de este tipo de modelos. Todos son ejercicios de marketing gratuito, como las no tan «temidas» fotos espía, que pueden gustar o no a las marcas, pero en realidad venden unidades mucho antes del lanzamiento.