La paradoja de los coches híbridos enchufables en 2025, ¿salvarán a las marcas o las terminarán de hundir?

Toyota es de las marcas que menos tiene que preocuparse por el incumplimiento de las nuevas normas de emisiones contaminantes, ya que su gama de productos está electrificada al completo. Pero aún así, los japoneses entrarán de lleno en una contienda contra el resto de marcas, aproximándose una guerra sin cuartel.

Hoy es el primer día de un nuevo año, un 2025 que llega cargado de novedades en la industria del automóvil y que afecta de lleno a los híbridos enchufables. Una tecnología considerada por las marcas como clave para rebajar los exigentes límites de emisiones de CO2 pero que también puede ser su tumba. Desde hace tiempo, Europa sabe perfectamente cómo funcionan los híbridos enchufables y, especialmente, el uso que hacen los dueños de este tipo de coches.

La controvertida posición de los PHEV, las marcas dispuestas a derribar los precios

Bruselas se vio obligada a investigar a los dueños de los PHEV, ya que las marcas realizaban las homologaciones calculando la proporción del kilometraje tanto con electricidad como con el motor de combustión y algo no iba bien en las cifras. Mientras que los informes apuntaban que el consumo eléctrico de los híbridos enchufables oscilaba entre el 70 y el 85 por ciento, la realidad era bien diferente, rebajándose este dato a menos del 50 por ciento.

La culpa no era ni de las marcas, ni de todos los propietarios, pero sí de una gran mayoría que no recargaba la batería, por lo que los híbridos enchufables seguían con unas emisiones de CO2 por kilómetro más elevadas de lo que deberían. Para solucionar este aspecto, Europa ha reajustado el cálculo de las emisiones de los PHEV en el uso normal, aumentando el factor de utilidad, el porcentaje que funciona con electricidad, y los fabricantes ampliar la autonomía eléctrica, para contrarrestar.

Sin embargo, no es la única, porque también se ha obligado a las marcas a instalar cargadores de a bordo más potentes que reduzcan los tiempos de carga, razón por la que los nuevo PHEV del grupo Volkswagen cargan a 50 kW. Además, las marcas deben informar del consumo de electricidad para que Europa pueda actualizar su modelo de cálculo según la proporción del kilometraje en la que el vehículo se desplaza con electricidad.

Chinos y japoneses se unen a la guerra de los PHEV

Pero los fabricantes saben que, aunque esta es una importante traba impuesta por Europa y que los países miembros pueden reducir o eliminar los incentivos a la compra, también saben que los PHEV son los únicos coches que pueden reducir las elevadas emisiones medias de toda la gama. En los próximos meses, las propias marcas se verán obligadas a reducir los precios de estos coches.

Es la única forma de que los clientes apuesten por dejar de lado la combustión tradicional, incluso los MHEV, porque eléctricos no van a vender tantos como les gustaría. Como mínimo, estaríamos hablando de un 30 por ciento del total de ventas a finales de año. Suponiendo medio millón de ejemplares vendidos al cabo del año en una marca, para evitar las multas de Europa debería de contar con 150.000 unidades de eléctricos, cosa imposible pero a la que pueden contribuir los PHEV.

La guerra está asegurada porque, mientras que las que más necesitan reducir las cifras de emisiones promedio de CO2 por kilómetro de toda la flota, empezarán a rebajar los precios en todo el continente europeo u ofrecer descuentos, las que están alejadas de las multas también seguirán la misma estrategia de bajar los precios. Marcas como BYD, OMODA, JAECOO, Mitsubishi, Toyota o Lexus también quieren su parte del mercado PHEV y ahora, les sopla el viento más de cara que nunca...